lunes, 29 de septiembre de 2008

Interflora

Este blog tiene un lujo: los lectores y los comentaristas. Sois tan finos que hasta me ahorráis el trabajo de haceros la pelota. Copio tres mensajes recientes.

En los comentarios sobre el superpuerto de Jaizkibel, Eresfea escribió: "No sabéis cuánto he disfrutado leyendo argumentos de un lado y de otro. De verdad, es un gusto leer verdaderos intercambios de opiniones con sentido común y ganas de comprender y hacerse comprender".

Hace unos días recibí un mail de J., de Rentería, una persona humana que encuentra lomos adobados con forma de Groenlandia -yo solía ver Córcega en algunos filetes-. Pues bien, J. me contaba que seguía este blog y que le parecía "uno de los blogs que mejores comentaristas tiene" y que esos comentaristas son "de los que menos faltas ortográficas cometen".

Y unos días atrás, Mei-bi escribió: "Debes sentirte muy afortunado: unos te ofrecen higos, otros quieren cenar con tu cuadrilla y Sergio quiere quedar con la excusa de pagarte el porcentaje de tus no beneficios...".

Pues sí, me siento muy afortunado. Va por ustedes.

No es país para facebooks (2)

Ayer domingo, a media mañana, salí de casa para dar un paseo. Tenía muy reciente el texto sobre Jaizkibel y el posterior debate, así que me entraron ganas de recorrer aquellos escenarios: subí desde Lezo hasta el primer torreón, pasé por el Fuerte de Lord John, bajé en picado a Pasajes de San Juan, me acerqué a la bocana de la bahía, subí al gran semáforo de Talaia y recorrí la cresta vertiginosa sobre los acantilados de Arrokaundieta. También tenía muy reciente el relato de Eresfea sobre el encuentro tan vasco de dos montañeros.

Subía por un paso aéreo de la cresta cuando me encontré con un hombre barbudo de unos 60 años que bajaba. Se paró a saludarme, "zer, buelta bat ematen?", y me preguntó qué recorrido quería hacer. Le expliqué que estaba dando un paseo breve. "Ah, es que hay gente que quiere ir por la ruta litoral hasta Hondarribia y creen que tardarán cuatro horas. Y se tardan nueve. Habría que poner un cartel en Pasajes, para avisar".

Vi a aquel hombre tan pendiente de los paseantes que se me encendió una bombilla: "Ez zara Miguel Lujanbio izango, ezta?". El hombre se rió, sorprendido: sí, era Miguel Lujanbio.

Yo sabía que un tal Miguel Lujanbio, del Club Vasco de Camping, se había tomado la tremenda tarea de señalizar con trazos de pintura blanca y verde la ruta litoral de Jaizkibel, desde Pasajes hasta Hondarribia (veintipico kilómetros de caminata por un litoral salvaje, por un itinerario tan quebrado y tan plagado de repechones que acaba sumando 1.500 metros de desnivel: un palizón). Le dije a Miguel que estaba agradecidísimo por su trabajo. Le expliqué que yo era periodista, que la revista Euskal Herria me había encargado que recorriera toda la costa vasca a pie, desde Baiona hasta Muskiz, para escribir una guía, y que el pasado invierno había caminado desde Hondarribia hasta Pasajes siguiendo sus marcas. Le pregunté una curiosidad: cuando yo recorrí este tramo, la señal que indicaba la ruta consistía en un trazo blanco y otro verde; ahora, los dos trazos son siempre blancos (como ya me avisaron Patxi y Eresfea hace unas semanas). Las marcas de pintura para indicar rutas están homologadas: los trazos blancos y verdes se emplean para las rutas SL ("sendero local"). Así que la Federación Vasca de Montaña pidió a Miguel que, si podía ser, cambiara esos colores para no confundir a la gente. El bueno de Miguel se recorrió de nuevo todo el litoral y pintó un trazo blanco encima de cada trazo verde, durante veintipico kilómetros, de roca en roca, de tronco en tronco.

Le dije que me gustaría enviarle un ejemplar de la revista Euskal Herria y, cuando salga en diciembre, un ejemplar del libro Trekking de la costa vasca. Saqué un bolígrafo y el libro que llevaba en la mochila. Miguel escribió sus señas en la guarda de Al este del edén. Para que me entendáis los cibernautas, digamos que lo enlacé en mi (face)book. Después me dijo que había hecho un pequeño montaje de fotos de Jaizkibel, acompañadas de música, y que me daría una copia en un dvd. Mencionó algunos bares de Lezo, para saber cuál quedaba más cerca de mi casa, y yo le dije entusiasmado que sí, que podíamos quedar algún día de éstos.

-No, no -me cortó-. Yo no suelo ir por allá. Es que mi hija va a menudo a Lezo y te lo puede dejar allí mismo. Dame tu teléfono, si quieres, y te avisaré cuando lo deje en algún bar.

Nos despedimos, muy contentos los dos por habernos conocido. Y nos citamos de una manera imprecisa: ya nos encontraremos por estos caminos algún otro día...

Me acordé de Eresfea y del montañero de Gaintza con el que se ha encontrado tres veces en tres años. Pensé que le llevo ventaja, porque al primer encuentro yo ya he intercambiado las señas y el teléfono, pero también pensé que quizá pase otro par de años hasta que me cruce con Miguel. Y le copié la conclusión: lo más importante es que esta vez nos hemos presentado.

* * *

Sigo copiando a Eresfea. Esta vez, un texto que escribió hace unos meses sobre los hitos.

"En la montaña, a veces, la senda no está bien dibujada. Entonces se agradece la guía de los montoncitos de piedras, los hitos que los franceses llaman cairn.

Tengo una extraña confianza en los hitos. Aunque se desvíen de la mejor ruta, señalan el camino que otro hizo, el que tú reafirmas con tus pasos; marcan, también, la preocupación de otro por los pasos de los demás. Son montones de generosidad".

* * *


(Ya publiqué esta foto hace meses, cuando recorrí el litoral de Jaizkibel con Xabier Igoa. Esta vez, en lugar de fijaros en las habilidades acrobáticas de Xabier, mirad la marca de pintura blanca y verde que indica la ruta: es la huella generosa de Miguel Lujanbio).

jueves, 25 de septiembre de 2008

Jaizkibel en una tabla excel

La semana pasada hice cuatro escapadas en cinco días. El miércoles, paseo por el valle de Ollo:



(Más fotos de Ollo)


El jueves, paseo por Las Bardenas:



(Más fotos de Las Bardenas)

El sábado, jornada de trabajo a bordo de un velero, por los acantilados de La Galea, Sopelana, Plentzia (sí, sí, de trabajo):


El domingo, paseo por el valle del Baztán:



(Más fotos del Baztán y el Bidasoa)

La mayoría de los habitantes del mundo tendría que recorrer cientos o miles de kilómetros para encadenar paisajes tan variados como estos cuatro. Nosotros podemos visitarlos uno tras otro, en días consecutivos, incluso durmiendo todas las noches en casa. Es un privilegio en el que pocas veces reparamos. Y no nos corresponde ningún mérito. No hemos hecho nada para merecerlo.

Sí que se nos puede juzgar por una cosa: cómo cuidamos o descuidamos este pedazo de tierra que nos ha tocado. Y debemos reconocer que somos bastante buenos destrozándolo. Nuestros ríos fueron cloacas tóxicas durante décadas, convertimos las riberas en almacenes industriales, esquilmamos el mar, arrancamos los bosques para sustituirlos por extensiones de pinos insignis y eucaliptos... Eso sí: ganamos mucha pasta.

Ahora le toca al litoral de Jaizkibel, el tramo más salvaje y solitario de toda la costa vasca: acantilados de vértigo, valles profundos, calas recoletas, laberintos rocosos, rasas litorales, esculturas de arenisca erosionada... Es un paraíso tan cercano como ignorado. Y claro: ojos que no ven, excavadora que no siente. Dentro de un par de años habrán destruido buena parte de esa costa para construir un superpuerto que sustituya o complemente al puerto de la bahía de Pasajes.

Las autoridades impulsoras del proyecto miden la realidad en euros y por tanto el asunto está clarísimo: en un platillo de la balanza hay desarrollo económico (es decir: pasta, mucha pasta) y en el otro platillo sólo hay espacios como el de la siguiente foto, cuyo valor en una tabla excel es evidentemente cero.

miércoles, 24 de septiembre de 2008

Ardigaldu

"Algunos pastores murieron en los páramos del Oeste, por el mordisco de una serpiente o congelados por la noche, sin nadie que pudiera socorrerles. Pero muchos más sufrieron la tortura de la soledad: en América se acuñó el término vasco ardigaldua (“perdido entre las ovejas”, “ovejizado”) para referirse a quienes pasaban meses con los rebaños y después, trastornados, rehuían el contacto humano. En 1908, los vascos de Boise (Idaho) se asociaron y crearon un fondo para pagar el billete de vuelta a casa a los compañeros que enloquecían".

Es un párrafo de Amerikanuak, un capítulo del libro Los sótanos del mundo (información / compra).

En ese capítulo encontraréis historias de los pastores vascos que emigraron al Far West y de algunos personajes en particular: Dionisio Txoperena, el pastor navarro que en 2001 protagonizó una campaña de publicidad del gigante telefónico estadounidense AT&T, en la que encarnaba la soledad más radical; Joxe Mallea-Olaetxe, el profesor que recogió en un libro las inscripciones que los pastores vascos tallaron en los álamos del Oeste durante casi un siglo; y Martxel Tillous, el cura que vive en el Basque Center de San Francisco y conduce en su coche 100.000 kilómetros al año para oficiar misas, bautizos y funerales en euskera por los once estados occidentales de Estados Unidos.

* * *

Alkate jauna
. ¿Quién es el único alcalde de una ciudad capital que habla euskera? (Y que lo habla fluidamente, no valen los chapurreos). Ni el de San Sebastián, ni el de Bilbao, ni el de Vitoria, ni la de Pamplona, ni el de Bayona...: respuesta.


lunes, 22 de septiembre de 2008

Senderos estrechos


"Nos fuimos a América porque la vida aquí estaba muy difícil. Pero la de allí no resultó mucho mejor. Éramos muy jóvenes, nos daban dos mil ovejas y varios burros y nos mandaban a caminar solos por el desierto de Nevada durante dos meses. Buscábamos un árbol para dormir. Nos levantábamos a las cinco de la mañana para cocer pan, abríamos un agujero de medio metro en la tierra, lo calentábamos, hacíamos la masa y le añadíamos la levadura. En verano subíamos con los rebaños a la sierra. Era una vida muy triste. Todo el día solo: yo hablaba y yo mismo me respondía. Por suerte eso se acabó. Ahora aquí en casa se vive muy bien, mejor que en América. Nosotros hemos andado por senderos muy estrechos antes de alcanzar los caminos anchos".

Son palabras de uno de los pastores que ayer se juntaron en Elizondo. El Amerikanoen Biltzarra (reunión de americanos) homenajeó a varios cientos de pastores, casi todos baztaneses y bajonavarros, de Elizondo, Sunbilla, Aldudes, Baigorri, Esterentzubi, Ortzaize o Valcarlos, que hace cuarenta o cincuenta años emigraron a California, Nevada y Arizona. Ayer montaron en Elizondo un ardi kanpo o euskal sheep camp, con sus carretas y sus tiendas, con un cercado donde esquilaron ovejas, y varios de ellos subieron al tablado para contar sus peripecias pastoriles y para saludarse unos a otros, preferentemente en inglés y en euskera, con un poco de español y francés.





(En la foto, un hombre mira en el mapa de Arizona la localización de los sheep camps dirigidos por pastores vascos. La lista suma 36 sheep camps: los de Gin Echamendi, Juan Bautista Echamendi, Antonio Manterola, Miguel Ojaco, Pierre Poket, Gin Arriaga, Fermin Echeberria, Arganes el Largo, Auza Broders, Izidoro Otondo, Basilio Aja, Esteben Uriz, Martín Sarratea...).

Después llegó el turno de los reencuentros. Édouard, de Ortzaize, pidió el micrófono para preguntar si entre el público estaba Casimiro, de Lekarotz, con quien había compartido un sheep camp en California en 1961. No apareció. Cinco hermanos de Ituren buscaban a Antonio Telleri, de Valcarlos, 35 años después de trabajar con él en Arizona. Beltrán preguntaba por Bautista, de Arraioz. Algunos aparecían y otros no.

Estos dos de la siguiente foto sí se reencontraron: habían pastoreado juntos en 1966 y no volvieron a verse hasta ayer.


viernes, 19 de septiembre de 2008

Cien mil ovejas entran en Las Bardenas

Como viene ocurriendo en los últimos 1.126 años, los pastores que bajan del Pirineo llegaron ayer con sus ovejas a las Bardenas, donde pastarán hasta principios de mayo.

Encontramos a José Antonio, el penúltimo trashumante, y charlamos un rato con él. Recordaba al detalle el día en que aparecimos con la vespa por las Bardenas y le conocimos, hace dos años.

Aquí van cuatro fotos (la segunda merece un clic) y un fragmento de conversación captados ayer a las ocho de la mañana, en El Paso, durante la entrada de los rebaños.








El fragmento: "Yo me fui a Pamplona en el año 71, y en estos 33 años (sic) no les he envidiado nunca nada. Que andan ahogados, que no tienen tiempo ni para ir a una boda".

miércoles, 17 de septiembre de 2008

Ya vienen los roncaleses

Con las primeras luces del 18 de septiembre, varias docenas de pastores y miles de ovejas se juntan en El Paso, cerca de Carcastillo. Han caminado cinco, seis o siete jornadas desde los valles pirenaicos de Roncal y Salazar y esperan a que el cabo de Guardas -o la autoridad de turno- pegue un tiro al aire con la carabina para anunciar la apertura de las Bardenas. Después los rebaños empiezan a entrar en esta inmensa estepa, donde pastarán hasta principios de mayo, como bien dice la jota:

A la Bardena del Rey
ya vienen los roncaleses
a comer migas con sebo
por lo menos siete meses.

Y para allá vamos nosotros: una cuadrilla de parados, funcionarios y autónomos relajados, dispuestos a pasar el miércoles y el jueves barzoneando por montañas, valles y estepas de Navarra, con la única condición de estar el jueves a las 8 de la mañana en El Paso. A última hora se han incorporado a la expedición una madre y una tía (ambas superan los 60 tacos y llevan más marcha que todos los treintañeros juntos). El campamento nocturno lo formarán una furgoneta melonera de 18 años -la mía-, un elegante Mercedes de 27 años -el de Josema- y cuatro tiendas de campaña.

Además de ver la entrada de los rebaños a Las Bardenas, tengo un interés especial en encontrar a José Antonio Ballent, que no es roncalés sino salacenco.


A José Antonio lo conocimos Josema y yo a finales de abril de 2006 en las primeras etapas de Vespaña, cuando le faltaban pocos días para echar a andar hacia los Pirineos. Nos cruzamos con él, nos saludamos y estuvimos de cháchara más de una hora. Escribí un perfil suyo. He fotocopiado el texto, lo he plastificado y me gustaría entregárselo el próximo jueves.

El penúltimo trashumante

José Antonio Ballent Urrutia lleva 53 años, desde los 14 hasta los 67, caminando con sus ovejas por una ruta prehistórica: de los Pirineos a las Bardenas en septiembre, de las Bardenas a los Pirineos en mayo. Ahora, cada vez más, las ovejas se quedan todo el año en las corralizas en lugar de subir a la montaña. Los pastores más pesimistas auguran que dentro de diez años nadie recorrerá las cañadas. Y el propio José Antonio, con dos prótesis en las rodillas, dice que ya no le quedan muchos viajes. Pero todavía se juntan cien mil ovejas en las Bardenas y todavía quedan motivos para que José Antonio cuide su rebaño todos los días: “Tengo que ayudar a mi hijo, que le ha cogido gusto al oficio”.

Podéis leer el perfil completo de Ballent, tal y como aparecerá en el libro Cuidadores de mundos (subtítulo del libro: El biógrafo de los pedruscos, el constructor de calaveras, el hombre de las doscientas fuentes y otras memorias vivas del País Vasco y Navarra). Publicaré el libro en noviembre con la editorial Altaïr.

martes, 16 de septiembre de 2008

Insulto cinco estrellas

La vehemencia gestual de Hugo Chávez pierde efecto por la pobreza de sus insultos. Me atrevo a ofrecer al presidente venezolano este magnífico ejemplar, atribuido a los antiguos habitantes caníbales de la isla de Pascua: "La carne de tu madre se me queda entre los dientes".

Eso sí: nadie supera a Chávez en la entonación de los insultos. Puro King África. Cada vez que le oigo gritar "¡yan-quis de mierrrr-daaaaa!", me dan ganas de añadir a pleno pulmón "¡bailarrrrrrr, bailarrrr-bailarrrr!".

Comprobadlo vosotros mismos: ¡yan-quis de mierrrr-daaaaaa! (basta con los primeros 24 segundos) y ¡bailarrrrrrr, bailarrrr-bailarrrr! (del 00:59 al 01:06, aunque el vídeo entero es glorioso). Seguro que algún lector hábil sabe montar esos dos fragmentos de manera consecutiva, para gozo y solaz de todos.

Tiembla, Bush: ¡la carrrrrr-ne de tu ma-dreeeeee... !



sábado, 13 de septiembre de 2008

Me han colgado de un árbol

El doctor V., nuestro espía en Durango, me envía este informe:

"Hoy hago un poco de Perec y paso a inventariar la plaza Monago Torre de Durango. Un coche negro. Un coche azul. Un coche verde. Un contenedor de basura. Una palmera pequeña e inmóvil rodeada de flores. Los muros del colegio Jesuitas, con una alumna en una de sus ventanas. Un árbol con papeles pegados en el tronco.



El oficio de espía -y lo mucho que aprendimos de Peter- hace que camine hasta el árbol de la plaza con la intención de leer lo que dicen esos papeles. ¡Y ahí te encuentro, Anderroski, menuda sorpresa! Me da un pequeño ataque de risa y una señora me mira raro. Después vuelvo a casa rápido y bajo otra vez a la calle con mi cámara de fotos.



La imagen 2 muestra la fotocopia de uno de los artículos que escribiste el año pasado en El Diario Vasco, el titulado "Las raíces de una vida". Alguien en Durango se ha tomado el trabajo de fotocopiar el periódico, bajar a la plaza, pegar tu artículo en un árbol con un montón de cinta adhesiva y desaparecer sin dejar rastro.

Sigo investigando: bajo el artículo hay una fotografía de algo parecido a una escultura. Imagino que debe de ser alguno de los trabajos en madera del señor del que hablas en el reportaje. Pero aún hay más: bajo la imagen, un cartelito que dice "Se hacen trabajos de carpintería en general".
Yo creo que ni Marcel Duchamp fue capaz de algo tan completo: árbol-papel-escultura-trabajos de madera "en general".

Toma ya. Te diré que la plaza Monago Torre es una de las más "leídas" de Durango, pues está al lado del colegio Jesuitas y en esos bancos que hay alrededor de la palmera se sienta la chavalería antes y después de las clases. Y digo yo que por lo menos se acercarán al árbol para ver qué dicen esos papeles.

¿Te habían publicado alguna vez en un árbol? Pues a partir de ahora ya puedes decir que sí.

Yo titularía todo esto con un WANTED de los de las películas de vaqueros, pues has tenido el privilegio de que alguien en Durango te haya colgado de un tronco.

Ander Izagirre, famoso en la plaza Monago Torre. Por lo menos hasta que las lluvias de otoño se lleven el papel a los bajos fondos del pueblo".

viernes, 12 de septiembre de 2008

Respuesta a Marina y Alla

Noto que el favor del público está con Marina. Sergio incluso protesta porque dice que le pongo morritos a Alla y que no se esperaba esto de mí. Pero.

Considerando que la monogamia constituye un fenómeno bastante raro en la naturaleza (es monógamo el pingüino, también conocido como pájaro bobo) y un fenómeno también raro en interné, he decidido responder a Marina y Alla. Sí, a las dos.

Y considerando que Marina tiene dificultades para comprenderme y me pide que le tropiece las preguntas más detalladamente, y considerando que el mensaje de Alla fue tan escueto como directo, opto por una respuesta también muy escueta y espero que comprensible para ambas, para ver si dejamos de dar vueltas al tiovivo.

La carta dice así: “Querida Marina / Alla (sin liarme con los nombres en cada caso, eh, que una rusa ofendida y celosa tiene que ser terrible):

Tengo 36 años. Trabajo de ingeniero aeronáutico y en el tiempo libre doy clases de literatura a niños pobres. Mis aficiones son: hacer puzles de 5.000 piezas o más, disecar animales en peligro de extinción y las canciones de Bertín Osborne. Me estoy construyendo una villa en Benadormir, junto a una playa del Mediterráneo, donde puedes visitarme cuando quieras. Mi madre ya feneció o al menos ha dejado de moverse.

Deseo la amistad de una mujer rusa inteligente y bella como vos, para asegurarme de paso que tus compatriotas afincados en el Mediterráneo no me perjudiquen ni ataquen mis propiedades.

Le reitero el testimonio de mi más distinguida consideración,

Andrés”.

Párrafo añadido en la carta a Alla:

“Lamentablemente, me resulta imposible acudir al aeropuerto de Bélgica. Tengo el jondere averiado. Pero si lo deseas, podemos reunirnos en mi villa de Benadormir, hermosa ciudad, crisol de culturas, cruce de caminos, tierra de contrastes”.

jueves, 11 de septiembre de 2008

Que vienen los rusos

En Rusia se ha corrido la voz. Ahora me escribe Alla, de San Petersburgo, 27 años, para decirme que conseguirá un visado de turista y que aterrizará en Bélgica a finales de septiembre. Dice que no tiene amigos ni familiares que puedan recogerla en el aeropuerto. Y me pide que vaya yo a buscarla. "Probablemente podamos desarrollar nuestras relaciones", dice. Qué morro, ¿no?

Me pide que le escriba y que le diga mi nombre, mi edad y mi ciudad, que le mande una foto y que le diga si quiero encontrar una mujer para el amor. Empiezo a sentirme un poco Esteso (cuando la espía rusa se quedaba medio en bolas y le decía "spasivo", y él contestaba "no, pasivo no, un poco tímido al principio").



miércoles, 10 de septiembre de 2008

Segunda carta: ¿y si Marina es José Julián?

¡Sí! ¡Marina me ha respondido!

Después de recibir su primera carta amorosa y de responderle más amoroso todavía, confieso que llevaba varios días inquieto, abriendo el correo con ansias, y que empezaba a atormentarme una sospecha: que la carta de Marina fuera una de esas trampas para cazar a tontos de las que está plagada este retorcido mundo de interné. Pues no. Nada de eso. La buena Marina me escribe de nuevo, animada por una fecunda verbosidad que, desgraciadamente, me obliga a recortar algunas líneas para no cansaros y para no pecar de impúdico.

"Hello mi amigo", saluda Marina, con una aparente sobriedad que, sin embargo, esconde una pasión a duras penas contenida, sólo perceptible para aquellos expertos que en los primeros requiebros del galanteo sabemos ver amor donde dice amistad, una pasión que se desbordará unos párrafos más adelante. "Soy muy contento ver su carta. Muy agradable recibirme su respuesta. Despues del envio de las primeras cartas a usted pensaba mucho en usted y esperaba sus cartas. Ahora soy feliz que nosotros continuamos".

Continuemos, pues: "En esta carta quiero dar a usted ciertas preguntas, espero que no estais en contra de mis preguntas, que ahora preguntare. La primera pregunta que quiero saber, que sois ocupados basicamente la cosa? Su trabajo? Que especialmente sois ocupados? Sus hobbys? Que queriais hagan en la vida? Por que pregunto estos simple las preguntas, la atencion. Ya que, cuando comenzareis, responden, puedo comprender sobre usted la representacion vital, como os portais y en la vida".

Confieso una pequeña decepción. Marina no atendió a las detalladas explicaciones que le di acerca de mi tesis doctoral sobre la retórica de San Agustín de Hipona y su influencia en las canciones de Los Cinco Bilbaínos, mi amor por el lanzamiento de cabras y el empalamiento de herejes, mi devoción por las truchas y Bertín Osborne. ¿Desinterés o problemas de comprensión? ¿No conocerán a Los Cinco Bilbaínos en Samara? Me extraña.

Marina, la clarividente Marina, siempre anticipa mis dudas y las resuelve con premura: "Por favor pido ser mucho paciente a yo, porque, cuando preguntais cualquier pregunta, y no respondo, probablemente que no podia por completo comprender su sentido, tropezais a mi estas preguntas de nuevo mas detalladamente". O sea que era eso: problemas de comprensión. Sin embargo, su capacidad para expresarse en castellano no debería ser motivo de vergüenza: alcanza la claridad y la precisión de un alumno medio de ESO. No hay problema, Marina. En la próxima carta tropezaré las preguntas más detalladamente. Y comprenderás mi representación vital.

Maestra en el arte de manejar las emociones masculinas, Marina suelta acto seguido una línea que, confiésolo, me pone nerviosón: "Quiero que sepais que poseo bien ingles, le escribo las cartas sin agita". Qué tontorrona... En seguida me pregunto: ¿son verdad las ingles? ¿Hay una ingle o hay muchas ingles? ¿Marina escribiendo cartas sin agita? ¡Uf! Ato en corto mi imaginación.

Luego pasa a describir su vida laboral. En su carta de la semana pasada me contó que era "manager a la venta" y ahora dice que es médico, una progresión espectacular sólo explicable por el talento spútnik de la chica y el vigor imperial de una sociedad rampante como la rusa: "Ahora dire a usted un poco del trabajo. Trabajo como el doctor. La mi obligacion principal, el servicio del personal, que mis pacientes sean bajo el control correcto y la observacion de sus medicos de cabecera". Marina sufre muchas veces la incomprensión de sus colegas, menos dotados intelectualmente, pero no tarda en convencerlos: "A veces discutimos a menudo a proposito de la correccion del destino del aspecto del tratamiento al enfermo, pero el vaso es en total [¿vodka?], asi que mis colegas me consienten y son convencido despues de la correccion de mi decision".

A continuación, Marina relata el éxito de sus técnicas médicas y el agradecimiento de tantos pacientes, sanados por ella cuando ya veían una luz al final del túnel y escuchaban las voces de los parientes muertos. Seré sincero: las explicaciones se extienden durante tres largos párrafos y resultan tan comprensibles como una runa vikinga tallada en una roca, raspada con una cuerna de reno y cubierta por medio metro de musgo. Digamos que Marina abunda en el pormenor. (((Digamos que Marina es... un poco plasta))). La parrafada termina con una conclusión inquietante: "Comprendeis yo en el trabajo hasta ser firme. Y como a la mujer no me basta mucho el bien, la preocupacion y la caricia".

Después de ponerse rusa (¡no me basta mucho el bien!), Marina se pone zalamera. Pero yo ya ando un poco escamado: "En mi trabajo es imposible suponerlo con los pacientes y el personal, pero mi simplemente queria la ternura del amor y la ternura de querido el hombre. Por eso quiero conocerle".

En la descripción de sus gustos, recupero un poco el ánimo: "A menudo, cuando yo soy libre en los dias libres, leo las bellas letras o las novelas". Precioso. Y consolador: sin duda ha entendido que soy profesor de literatura y que leo biografías ilustradas de Bertín Osborne, el de las bellas letras ("Yo soy un vagabundo que vuela por el mundo con mi guitarra a cuestas y una historia que contar").

La samaritana combina insinuaciones amorosas con hondas reflexiones metafísicas que me dejan pasmado: "A menudo pienso cual sentido en la lectura de los libros. Y aqui a cual conclusion mi ha venido. Leo para llenar los momentos hermosos, por lo menos por aquellos que tomo de los libros, de hecho vital hermoso. Los momentos a mi no existen, y yo los apetezco sobrevivir mucho. Me pongo al lugar de libros de los heroes, y trato de comprender aquello que ellos sobreviven en las novelas. Quiero mucho que en vida fue la novela hermosa con que ama mi por el hombre".

Me entran urgencias existenciales: ¡a mí también me apetece sobrevivir mucho a los momentos que no existen! Pero ¿cómo, cómo? Tranquilidad. Marina siempre tiene una respuesta práctica para los desorientados: "El tiempo es simple, y nunca hago cualesquiera acciones que no pensaba en la tristeza. Esto ayuda olvidar bien sobre la tristeza y el aburrimiento. Pero es necesario respetar a toda la gente".

Por todo esto, suena extraño que una mujer tan convencida, tan firme, tan madura, resbale por la pendiente de una suave pero evidente desesperación: "Mi la persona muy solitaria. Y mi edad es ya no joven. Mi es necesario encontrar la via en las vidas y crear la familia. Tengo necesidad mucho de masculino la atencion y la preocupacion. Ahora usted comprendan, por que he decidido escribirle solamente?".

Bien. Estoy un poco desconcertado. Noto a Marina algo rara, vacilante, errática. A lo largo de las dos cartas han ido cambiando sus gustos, su trabajo, su carácter. No quiero presumir de sagacidad y perspicacia, pero he descubierto otro cambio muy sutil. Mirad la foto que me envió con la primera carta y la que me ha enviado con la segunda:




Ya os habréis dado cuenta: ¡en la segunda lleva un peinado distinto! ¿A qué se deben estas vacilaciones, estas inseguridades, estos cambios de comportamiento?

Para más chamusquina, la segunda carta acaba así: "Sinceramente suyo en toda la sinceridad, Marina". ¿No os parece mucho subrayar? ¿Por qué este énfasis desmedido en la sinceridad? ¿Acaso...? ¿Quizás...?

Estas dudas, añadidas a un análisis de estilo, me conducen a una sospecha feroz: ¿detrás de Marina no se esconderá José Julián Crusitabenito y Goycoechea?

Me pongo a escribir mi segunda respuesta para aclarar cuanto antes este embrollo que me anuda el corazón.

martes, 9 de septiembre de 2008

La vida es un continuo riesgo

Nos acercamos a la fórmula perfecta, a la fusión de Sebastián Álvaro y Chiquito de la Calzada: Al fistro de lo imposible.

La próxima, sin manos

La triatleta Itsaso Leunda, 24 años, de Hernialde, andaba tan fina con la bici que la selección vasca de ciclismo la convocó para que ayudara a las más fuertes del equipo en el Campeonato de España del pasado domingo. A falta de cien kilómetros, Itsaso se metió en una escapada con otras seis corredoras. En un puerto a 38 kilómetros de meta, se fugó con la salmantina Fátima Blázquez. Y en el último kilómetro atacó a su compañera de escapada y se fue sola.

"Soy novata de verdad, no sé correr una carrera ciclista", dijo. "Miré hacia atrás y no la veía, pero tenía tanto miedo que hasta entrar en la meta no me vi ganadora. En los últimos metros no sabía si reír o llorar". Al cruzar la meta gritó y levantó una mano. "Es que todavía no sé andar en bici sin manos".

"Soy campeona de España pero no soy la mejor. Hay muchas ciclistas con más calidad y algún día me gustaría ser como ellas".

Yo ya me he hecho fan de la campeona que no sabe levantar las manos.



Foto: EFE

lunes, 8 de septiembre de 2008

Palante

El banco que patrocina la Liga de fútbol nos bombardea con una cancioncilla plagada de versos horribles y horteras. Y en el anuncio televisivo hay que ver a los entrenadores diciendo txotxoladas de semejante calibre: "¡Por los sueños que aún nos quedan!", "¡por aquellos que están por venir!", "¡porque no importa la meta!". Me imagino a uno de estos entrenadores dentro de mes y medio, cuando lleve dos empates y cuatro derrotas, el día en que pierda en casa 0-3 y todo el estadio le abuchee, le insulte y le grite que se vaya, me lo imagino saliendo al centro del campo, levantando los brazos, mirando al cielo y gritando "¡porque no importa la meta!".

Uno de los versos me tiene especialmente carioco: "El destino es la promesa de seguir", dice. ¿Qué narices significa eso? Para componer una letra épica y sin estafas poéticas yo hubiera fichado a Gregorio Sánchez, un hombre mucho más claro, capaz de explicar así el origen de la palabra fistro: "Es una palabra planetaria, y como yo soy gémenis, procede de una galaxia de 1801".

No hay color.

viernes, 5 de septiembre de 2008

Respuesta a Marina

Querida Marina:

Recibí tu mensaje y me alegro mucho de que vengas a mi país (Condado de Treviño) porque tengo mucho interés en conocerte. Espero que la embajada no ponga problemas.

Estoy seguro de que nuestro conocimiento no se encuentra por la casualidad simple, como bien dices. Al leer tus palabras, sentí que somos almas gemelas. Yo también he nacido. También he acabado la escuela. Mis padres me enseñaron a ser honrado y honesto. Respeto a los mayores (y los mayores me respetan a mí).

He recibido formación superior, como tú. Pero no soy manager de la venta, como tú. Soy profesor de literatura y estudio mucho. Pronto terminaré una tesis doctoral que analiza los recursos retóricos en la Disciplinarum libri, una enciclopedia inacabada de San Agustín de Hipona que muestra cómo se puede y se debe ascender a Dios a partir de las cosas materiales, y su influencia en las canciones de Los Cinco Bilbaínos (ya sabes: “Pollo asau, asau, asau, con ensalaaada, buen menú, buen menú, buen menú, señor”).

Gano mucho dinero en la universidad, casi todo legal, y cuando vengas a mi país me gustaría invitarte a viajar con mi coche para que conozcas las bonitas ciudades, los caldos incomparables y la hidalguía de las gentes. Me alegro de que sepas cosas sobre mi país. Mi país fue descubierto en 1933 y vendido a los alemanes. Lo recuperamos en 1946, luego nuestro rey se casó con un príncipe árabe muy amable, organizamos unos juegos olímpicos y más luego una guerra civil limpió el país de masones, disléxicos y socorristas. Ahora somos neutrales. ¿Tú crees en la neutralidad? Como bien dices, tenemos la cultura desarrollada y las tradiciones buenas. Sigo mucho las costumbres ancestrales como el lanzamiento de cabra (goat throw) y el empalamiento de herejes.

Por lo demás, soy un hombre sencillo. Me gusta mucho la sabiduría y los langostinos. Y me gusta pescar truchas, caminar por el monte, ir al cine y llevarme tres cosas a una isla desierta. Leo biografías ilustradas de Bertín Osborne. Vivo en casa con mi madre, pero puedes venir cuando quieras porque no tardará mucho en fenecer.

Busco una mujer cariñosa y dulce para formar en el futuro una familia. Y lo que surja. Quizá tú y yo seamos personas próximas. Espero que las carencias físicas no sean muy importantes para ti. Hace cuatro años me atropelló un camión y desde entonces me falta la pierna derecha y llevo unas placas metálicas en sustitución del cráneo (apenas se notan, gracias a las pelucas que me regala el buen Gobierno de mi país). También perdí un ojo. Las chicas dicen que tengo una mirada única.

Esa mirada será toda para ti. Con mucho interés y muy fácilmente,

Andrés

jueves, 4 de septiembre de 2008

Marina

Me tiemblan las rodillas. He recibido una carta de Marina, esta chica de la foto, y según leía sus párrafos estremecedores he ido notando que me hacía uno con el cosmos. Me gustaría compartir con vosotros el gozo por la deslumbrante aparición de Marina en mi vida. Y algunos fragmentos de su carta.

"Hola. Me llamo Marina a mi de 27 anos. Vivo en Rusia la ciudad SAMARA es la ciudad confortable y hermosa, que me ha dado muy mucho en las vidas". Deduzco, por tanto, que se trata de un ser reencarnado varias veces. Parece razonable: debieron de hacer diversos intentos hasta conseguir el molde perfecto de esta mujer angelical (de esta buena buenísima samaritana, incluso, si atendemos a su lugar de nacimiento).

La inteligente y sensible Marina empieza su relato biográfico subrayando un hecho que, por muy repetitivo que le pueda resultar a una mujer reencarnada, no deja de poseer una importancia incontestable: "He nacido, he acabado la escuela, y he recibido superior economico la formacion de la profesion manager. No se malo la lengua inglesa. Y pienso, sera facil comprendernos uno a otro. Pero a veces con todo mi uso al traductor. Ahora trabajo en la firma, manager por a la venta".

Marina se encuentra ante una encrucijada. Con la sabiduría probablemente acumulada en existencias anteriores, sabe que en determinados momentos hay que apostar por las cuestiones realmente importantes de la vida: "Concedia mucho tiempo al trabajo, y ya hacia 27 anos mi se doy cuenta que a mi el tiempo meditar en la creacion de la familia. Mientras que no podia encontrar a la persona, que conviene. Por eso he decidido encontrar en internet de esta unica cosa el hombre, con que podria crear serio las relaciones. Puede ser en el futuro esto ha crecido en firme seguro. El par - la familia! ". El par, creo, soy yo.

"Que buscas?", me pregunta luego. Sin darme tiempo ni para hacer una sinapsis entre dos neuronas, Marina se anticipa y me detalla todo lo mejor que yo puedo desear, una ristra de cualidades que atesora con naturalidad y sencillez: "Desde la infancia mis padres educaban de mi, como la persona honrada y honesta. Demostraba siempre el respeto a los mayores se preocupaba por los proximos a mi la gente! Desde los anos tempranos andaba a la escuela de la coreografia. Y por eso incluso soy ahora tengo la figura hermosa y la apariencia. Pienso, puedes verlo en mis fotografias". Lamentablemente, sólo me ha enviado una. Pero miradla de nuevo: para qué más.

"Te preocupas sobre la salud? Sere contento ver mas cerca de tus cuadros". No te entiendo, Marina. Pero confío ciegamente en tu clarividencia. Sé que debe de existir alguna relación entre la salud y mis cuadros. Todavía más: tú quieres ver mis cuadros y yo jamás he pintado ninguno. Pero si tu percepción sobrenatural te hace verme pintando cuadros, eso significa que me he equivocado con mi vida. Perdóname. Intentaré reparar el error. Salgo corriendo a comprar unos lienzos, una paleta y unos tubicos de colores. Pronto te mostraré mis cuadros. [J., por favor, ayúdame en este trance: sé mi Cyrano, píntame unos cuadros para Marina].

A continuación relata el doloroso sacrificio que ha realizado para venir pronto a visitarme. Incluso se ha preocupado por estudiar las virtudes de mi tierra natal: "Trabajaba muy persistentemente todo el ano para hacer a si el regalo, y visitar su pais. Se de su pais, como sobre fuerte y libre el estado, con la cultura desarrollada y las tradiciones buenas. Esto fue mi por el sueno remoto de visitar tu pais. Pero mi sueno principal fue encontrar a la persona, proxima a mi. Y probablemente nuestro conocimiento se encontraba no por la coincidencia simple". No, no por la coincidencia simple: por el dictamen de las estrellas, por los senderos invisibles del fatum, por los designios cabalísticos de mi número IP. Por eso me conmueve su deseo final, tan esotérico, tan misterioso, tan sugerente: "Espero mucho que seras aquello persona, sobre que mi sera"; un deseo vaporoso envuelto en la prosaica pero necesaria eficacia de quien salta sobre todos los obstáculos terrenales para cumplir su sino: "Todavia hace un mes daba los documentos en la embajada para la formalizacion".

La despedida ("Con interes y facilmente!") me desconcierta un poco, porque creo que la he leído en alguna sucursal bancaria, pero pronto advierto en esas palabras una muestra de su franca sinceridad y de su optimismo burbujeante.

Junto a la firma viene una dirección de mail rusa. Me pongo a escribir la respuesta.

martes, 2 de septiembre de 2008

La ortotipografía es el espejo del alma

Si mal no recuerdo, Paco les tiene manía a los diminutivos, Víctor no utiliza nunca adverbios acabados en -mente, a Joseluís las onomatopeyas le producen urticaria, a Josean se le aceleran los pulsos cuando lee "pura y dura", a Peter le gustaban los guiones largos, Gonzalo odia los puntos suspensivos.

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