martes, 7 de octubre de 2008

Zzzzz

Hace un año, Francis me demostró su confianzzzzzza.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Eso supera con creces mis siestas de sofá. Voy a proponer un bote para crear una especie de mochila portabebes para Francis, o bien poner un motorcito en el su cama (que mueva el colchón) para que duerma bien y no necesite echar esas siestas en la vespa.

Por cierto, a mi también me cae bien Francis ;)

Sergio dijo...

¿Qué le gustará a Francis más de tí?
Tus hombros anchos, tu porte atlético, tu mirada sincera, tu espalda mullida...

Ander Izagirre dijo...

Sergio, lo que más le gusta de mí es el traqueteo de mis viejos vehículos. Se monta en la fregoneta de 18 años o en la vespa de 16, y se queda frita. Luego va en coches modernos, tan suaves y silenciosos, y dice que no puede dormirse.

Le daremos la razón a Bruce Chatwin: según él, los bebés necesitan que los acunen para dormirse (la cuna en movimiento o en brazos) porque en sus orígenes los humanos eran nómadas y los bebés se dormían con el balanceo de sus madres caminantes. Así que necesitamos ese bamboleo ancestral para adormilar nuestro espíritu nómada. Amén.

Anónimo dijo...

bamboleeeeeo, bamboleira.
Ander, niégate a que pongan un motorcito en la cama de Francis, que luego unas cosas llevan a otras... Y para eso ya estás tú.

Ander Izagirre dijo...

Erri-berri: no me había atrevido a decirlo.

Minerva dijo...

Una historia espectacular. Me encantó. Un ejercicio recomendable para sustituir las terapias de pareja. ¿Quién dijo que se necesita hablar para entenderse? Como dijo el Batman de Christopher Nolan: las acciones nos definen.

Ander Izagirre dijo...

Y ya lo dijo Homer Simpson: el problema de las parejas es la comunicación. ¡Demasiada comunicación!

Anónimo dijo...

Estupenda historia -como siempre-. Me ha recordado un viejo relato de Ray Loriga sobre un tío que se duerme en todo tipo de situaciones, sobre todo, en las de peligro.

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