miércoles, 10 de septiembre de 2008

Segunda carta: ¿y si Marina es José Julián?

¡Sí! ¡Marina me ha respondido!

Después de recibir su primera carta amorosa y de responderle más amoroso todavía, confieso que llevaba varios días inquieto, abriendo el correo con ansias, y que empezaba a atormentarme una sospecha: que la carta de Marina fuera una de esas trampas para cazar a tontos de las que está plagada este retorcido mundo de interné. Pues no. Nada de eso. La buena Marina me escribe de nuevo, animada por una fecunda verbosidad que, desgraciadamente, me obliga a recortar algunas líneas para no cansaros y para no pecar de impúdico.

"Hello mi amigo", saluda Marina, con una aparente sobriedad que, sin embargo, esconde una pasión a duras penas contenida, sólo perceptible para aquellos expertos que en los primeros requiebros del galanteo sabemos ver amor donde dice amistad, una pasión que se desbordará unos párrafos más adelante. "Soy muy contento ver su carta. Muy agradable recibirme su respuesta. Despues del envio de las primeras cartas a usted pensaba mucho en usted y esperaba sus cartas. Ahora soy feliz que nosotros continuamos".

Continuemos, pues: "En esta carta quiero dar a usted ciertas preguntas, espero que no estais en contra de mis preguntas, que ahora preguntare. La primera pregunta que quiero saber, que sois ocupados basicamente la cosa? Su trabajo? Que especialmente sois ocupados? Sus hobbys? Que queriais hagan en la vida? Por que pregunto estos simple las preguntas, la atencion. Ya que, cuando comenzareis, responden, puedo comprender sobre usted la representacion vital, como os portais y en la vida".

Confieso una pequeña decepción. Marina no atendió a las detalladas explicaciones que le di acerca de mi tesis doctoral sobre la retórica de San Agustín de Hipona y su influencia en las canciones de Los Cinco Bilbaínos, mi amor por el lanzamiento de cabras y el empalamiento de herejes, mi devoción por las truchas y Bertín Osborne. ¿Desinterés o problemas de comprensión? ¿No conocerán a Los Cinco Bilbaínos en Samara? Me extraña.

Marina, la clarividente Marina, siempre anticipa mis dudas y las resuelve con premura: "Por favor pido ser mucho paciente a yo, porque, cuando preguntais cualquier pregunta, y no respondo, probablemente que no podia por completo comprender su sentido, tropezais a mi estas preguntas de nuevo mas detalladamente". O sea que era eso: problemas de comprensión. Sin embargo, su capacidad para expresarse en castellano no debería ser motivo de vergüenza: alcanza la claridad y la precisión de un alumno medio de ESO. No hay problema, Marina. En la próxima carta tropezaré las preguntas más detalladamente. Y comprenderás mi representación vital.

Maestra en el arte de manejar las emociones masculinas, Marina suelta acto seguido una línea que, confiésolo, me pone nerviosón: "Quiero que sepais que poseo bien ingles, le escribo las cartas sin agita". Qué tontorrona... En seguida me pregunto: ¿son verdad las ingles? ¿Hay una ingle o hay muchas ingles? ¿Marina escribiendo cartas sin agita? ¡Uf! Ato en corto mi imaginación.

Luego pasa a describir su vida laboral. En su carta de la semana pasada me contó que era "manager a la venta" y ahora dice que es médico, una progresión espectacular sólo explicable por el talento spútnik de la chica y el vigor imperial de una sociedad rampante como la rusa: "Ahora dire a usted un poco del trabajo. Trabajo como el doctor. La mi obligacion principal, el servicio del personal, que mis pacientes sean bajo el control correcto y la observacion de sus medicos de cabecera". Marina sufre muchas veces la incomprensión de sus colegas, menos dotados intelectualmente, pero no tarda en convencerlos: "A veces discutimos a menudo a proposito de la correccion del destino del aspecto del tratamiento al enfermo, pero el vaso es en total [¿vodka?], asi que mis colegas me consienten y son convencido despues de la correccion de mi decision".

A continuación, Marina relata el éxito de sus técnicas médicas y el agradecimiento de tantos pacientes, sanados por ella cuando ya veían una luz al final del túnel y escuchaban las voces de los parientes muertos. Seré sincero: las explicaciones se extienden durante tres largos párrafos y resultan tan comprensibles como una runa vikinga tallada en una roca, raspada con una cuerna de reno y cubierta por medio metro de musgo. Digamos que Marina abunda en el pormenor. (((Digamos que Marina es... un poco plasta))). La parrafada termina con una conclusión inquietante: "Comprendeis yo en el trabajo hasta ser firme. Y como a la mujer no me basta mucho el bien, la preocupacion y la caricia".

Después de ponerse rusa (¡no me basta mucho el bien!), Marina se pone zalamera. Pero yo ya ando un poco escamado: "En mi trabajo es imposible suponerlo con los pacientes y el personal, pero mi simplemente queria la ternura del amor y la ternura de querido el hombre. Por eso quiero conocerle".

En la descripción de sus gustos, recupero un poco el ánimo: "A menudo, cuando yo soy libre en los dias libres, leo las bellas letras o las novelas". Precioso. Y consolador: sin duda ha entendido que soy profesor de literatura y que leo biografías ilustradas de Bertín Osborne, el de las bellas letras ("Yo soy un vagabundo que vuela por el mundo con mi guitarra a cuestas y una historia que contar").

La samaritana combina insinuaciones amorosas con hondas reflexiones metafísicas que me dejan pasmado: "A menudo pienso cual sentido en la lectura de los libros. Y aqui a cual conclusion mi ha venido. Leo para llenar los momentos hermosos, por lo menos por aquellos que tomo de los libros, de hecho vital hermoso. Los momentos a mi no existen, y yo los apetezco sobrevivir mucho. Me pongo al lugar de libros de los heroes, y trato de comprender aquello que ellos sobreviven en las novelas. Quiero mucho que en vida fue la novela hermosa con que ama mi por el hombre".

Me entran urgencias existenciales: ¡a mí también me apetece sobrevivir mucho a los momentos que no existen! Pero ¿cómo, cómo? Tranquilidad. Marina siempre tiene una respuesta práctica para los desorientados: "El tiempo es simple, y nunca hago cualesquiera acciones que no pensaba en la tristeza. Esto ayuda olvidar bien sobre la tristeza y el aburrimiento. Pero es necesario respetar a toda la gente".

Por todo esto, suena extraño que una mujer tan convencida, tan firme, tan madura, resbale por la pendiente de una suave pero evidente desesperación: "Mi la persona muy solitaria. Y mi edad es ya no joven. Mi es necesario encontrar la via en las vidas y crear la familia. Tengo necesidad mucho de masculino la atencion y la preocupacion. Ahora usted comprendan, por que he decidido escribirle solamente?".

Bien. Estoy un poco desconcertado. Noto a Marina algo rara, vacilante, errática. A lo largo de las dos cartas han ido cambiando sus gustos, su trabajo, su carácter. No quiero presumir de sagacidad y perspicacia, pero he descubierto otro cambio muy sutil. Mirad la foto que me envió con la primera carta y la que me ha enviado con la segunda:




Ya os habréis dado cuenta: ¡en la segunda lleva un peinado distinto! ¿A qué se deben estas vacilaciones, estas inseguridades, estos cambios de comportamiento?

Para más chamusquina, la segunda carta acaba así: "Sinceramente suyo en toda la sinceridad, Marina". ¿No os parece mucho subrayar? ¿Por qué este énfasis desmedido en la sinceridad? ¿Acaso...? ¿Quizás...?

Estas dudas, añadidas a un análisis de estilo, me conducen a una sospecha feroz: ¿detrás de Marina no se esconderá José Julián Crusitabenito y Goycoechea?

Me pongo a escribir mi segunda respuesta para aclarar cuanto antes este embrollo que me anuda el corazón.

15 comentarios:

Miguel Carvajal dijo...

¡Ja, ja, ja! ¡Cada vez más incomprensible! Por cierto, mejora mucho con esa foto.

IMANOL dijo...

Esto de Marina huele a culebrón venezolano, y como nos quedemos enganchados, te vamos a exigir un mínimo de cuatromil entregas.

Ángel Ruiz dijo...

Me he reído mucho: un prodigio de texto, enhorabuena.

Silvia Torralba dijo...

Jajajajaja! Sí, esto va camino a ser un culebrón y queremos seguirlo! Si cobras cada vez que leamos cada nuevo capítulo, con el dinero recaudado te compras un billete y vas a ver a Marina! Pero con tu compromiso de mantenernos informados del proceso, por supuest!

Anónimo dijo...

Verdaderamente, sus cambios de peinado delatan un carácter volátil. ¿No será de ésas que se anuncian en los anuncios de contacto de la prensa bajo el epígrafe de "conejo esquizofrénico"?

Antonio M. dijo...

¡Queremos tu respuesta ya!

Anónimo dijo...

Ander, la verdad es que ahora empiezo a entender cuando dices que ya no hace falta tener TV en casa. Un consejo: ten cuidado que la distancia suele idealizar a las personas..

Sergio dijo...

Ten cuidado, se puede leer entrelíneas que te estás enamorando. ¡Pillín!

Luisgui dijo...

Ander, te veo con la maletica y cogiendo un avión a Samara antes de Navidad. Al tiempo.

Apoyo a Silvia, montemos una colecta en la red para que Ander ir a Samara y conocer a Marina.

Esto va camino no tanto de culebrón sino de ese azucarado y penoso programa de TV que presentaba ¿Jesús Puente? "lo que necesitas es amor"

Ander Izagirre dijo...

Vale, pero siempre que no haya que volar en un Tupolev.

Anónimo dijo...

Cuidadín, que así se empieza...
Ya hay quien ha escrito libros siguiéndoles el juego a los autores de los timos de la estampita electrónicos. Cuando te aburras de Rusia, puedes viajar a Nigeria:
http://goodmorningnigeria.com/

Unknown dijo...

Yo también te deseo un feliz viaje al país de las Marinas, que a estas alturas considero inevitable. Veo incluso en ella una clara, y no por ello menos inquietante, reencarnación del mismísimo Confucio. Ya dirás.

Ander Izagirre dijo...

Rodrigo, mil gracias por la referencia. Precisamente oí hablar de un inglés que había escrito un libro con las historias que le surgieron al seguirles la corriente a los spams y me apeteció hacer algo así. Entonces llegó Marina. (¡¿Estás en Sudán?!)

Y dime, Manuel, para ir descartando posibilidades con Marina: ¿Confucio tenía bigote?

Unknown dijo...

Verás, Ander: escribir sobre bigotes un 11 de septiembre me pone pelín enfermo. Lo dejamos, ¿vale?

Josele dijo...

Juro a Dios y a mis vassallos que aqueste blog huele a marijuana como mínimo ....

Que me place .........


Jaaaaaaaaa.............. y luego dicen que yo estoy colga'o

Creative Commons License
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.