Es una de esas historias de Paco. La lees, tan buena y tan redonda, y terminas satisfecho, contento de encontrar esas cosas buenas en la vida, con la leve sensación de que estás en el lado correcto. Pero después de leerla la historia sigue ahí, dando vueltas en la cabeza. Ha quedado algún grumo que se atasca un poco, algo extraño que no termina de disolverse y que te obliga a releer la historia sin saber muy bien por qué.
En la segunda relectura, me han saltado a la vista estas palabras: “los que se tienen por buenos”. Glups.
En la segunda relectura, me han saltado a la vista estas palabras: “los que se tienen por buenos”. Glups.
2 comentarios:
Ander, lee el primer cuento de la colección de relatos (si no me falla la memoria) El baldío, de Roa Bastos.
Los que se tienen por buenos...
Muchos relatos de Paco no se agotan en una primera lectura. Y cuidado, el lector se puede llevar un buen "guantazo".
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