Para completar los textos de ayer y los comentarios que surgieron después, traigo unas palabras que escribió Solzhenytsin en la introducción de Archipiélago Gulag:
"Gracias a un inesperado giro de nuestra historia, afloró a la luz una parte de este Archipiélago, una porción insignificantemente pequeña. Los mismos puños que nos habían puesto los grilletes ahora buscaban la reconciliación abriendo las palmas: <<¡No conviene recordar! ¡No hay que revolver el pasado! ¡A quien recuerde lo pasado que le arranquen un ojo!>>. Pero el proverbio termina diciendo: <<¡Y al que lo olvide que le arranquen los dos!>>".
"Gracias a un inesperado giro de nuestra historia, afloró a la luz una parte de este Archipiélago, una porción insignificantemente pequeña. Los mismos puños que nos habían puesto los grilletes ahora buscaban la reconciliación abriendo las palmas: <<¡No conviene recordar! ¡No hay que revolver el pasado! ¡A quien recuerde lo pasado que le arranquen un ojo!>>. Pero el proverbio termina diciendo: <<¡Y al que lo olvide que le arranquen los dos!>>".
5 comentarios:
País de ciegos.
Sin memoria no hay verdadera justicia.
Y estas otras palabras, Ander, estas otras:
"Dedico este libro a todos los que no vivieron para contarlo, y que por favor me perdonen por no haberlo visto todo, por no recordar todo, y por no poder decirlo todo." (Solzhenytsin).
Eresfea, me acuerdo de El jardín de la memoria.
Nahum, vuelvo de una cena y entro en casa a las dos de la mañana. Me enchufo a la red para ver los resultados del fútbol y de paso asomarme al blog... y hace un minuto acabas de caer por aquí. Qué andas a estas horas...
Perdón, quería decir Los jardines de la memoria. En plural. Un gran libro, una de esas joyas que nos descubre Eresfea.
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