miércoles, 30 de julio de 2008

Ocaña contra Merckx, contra los Alpes, contra Ocaña

El conquense Luis Ocaña fue un ciclista tremendo. Aunaba una fuerza descomunal y un espíritu atormentado, que le llevaron a pelear hasta reventarse contra Eddy Merckx, el gran monstruo de los años 70.

Las fotos más famosas de Ocaña se dividen en dos tipos: aquellas en las que pedalea sentado, con la mirada firme y el gesto concentrado, mientras sus rivales se retuercen, y aquellas en las que aúlla de dolor, tirado en una cuneta o cubierto de sangre. Una curiosidad significativa: apenas hay fotos de Ocaña y Merckx juntos. Componían una mezcla explosiva. Si se juntaban, el pelotón estallaba en pedazos y uno de los dos quedaba fuera de combate. Casi siempre Ocaña.

En los comentarios del texto anterior mencionábamos una de las famosas fotos del conquense. Alberto Moyano la ha buscado y me la ha enviado para que la cuelgue aquí. ¡Mil gracias!


(No sé quién es el autor de la foto. Si alguien conoce el dato, que me lo diga y lo citaré).

La imagen es del Tour de 1969, en el que debutaron Eddy Merckx y Luis Ocaña. En las rampas del Ballon de Alsacia, mientras el belga machacaba a todos sus rivales y volaba a por su primer triunfo, el español se enganchó con la rueda de otro corredor y cayó a plomo. Sus compañeros del equipo Fagor le esperaron para empujarlo hasta meta. Más que empujarlo, lo llevan agarrado del maillot.

El de la izquierda, en primer plano, es Txomin Perurena. Detrás de él aparece un rubio: Patxi Gabica (¡Gabicacogeascoa!). No identifico a los otros, pero según las crónicas completaban la procesión Ramón Mendiburu, Luis Pedro Santamarina y Joaquín Galera. Entre todos arrastraron a Ocaña hasta meta, empapado en sangre. Resistió una etapa más y luego se retiró.

Este episodio es sólo uno de los cataclismos que sufrió Ocaña en sus batallas contra el Tour, contra Merckx y contra sí mismo. Podéis leer esas historias en Ocaña contra Merckx, contra los Alpes, contra Ocaña, un capítulo del libro Plomo en los bolsillos.

Dejadme que entresaque una anécdota de ese capítulo para ilustrar la voracidad de Eddy Merckx, quien acumuló 525 victorias a lo largo de su carrera y a quien por algo apodaban El Caníbal:

"Merckx disputaba hasta las metas volantes, esa clasificación secundaria establecida como aliciente para los modestos. En un Giro de Italia, el pelotón atravesaba la calle principal de un pueblo cuando al fondo apareció una pancarta. Merckx arrancó, esprintó como si le fuera la vida y pasó con ventaja, seguro de que se había anotado los puntos correspondientes. Sólo en los últimos metros levantó la cabeza del manillar y leyó lo que ponía en la pancarta: 'Vota Partido Comunista'”.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Cerca del caserío donde nací, había un bar (Arzak, nada que ver con el restaurante michelin). Durante años, hasta que derribaron la casa, había allí una foto que mostraba a varios corredores llevando como podían a un contusionado Ocaña. Creo que estaban los que tú citas, pero no era la foto que ilustra este post.

Me da que el masajista del equipo de aquella época era Nicoli Iparragirre, pero no puedo aseguralo. Era de mi barrio (Ventas, Irun) y me da que por eso estaba aquella foto en aquel bar.

Nicoli llegó a estar en el Orbea de Cabestany, Jokin Mujika (uno de mis favoritos) y cía. Luego, vino el cáncer y se lo llevó. Peleó duro contra él, pero le ganó.

Eskerrik asko, Ander.

Anónimo dijo...

Hola,

Gran historia, otra vez, Ander.

¿A Hinault también le llamaban 'el caimán' y era tan ambicioso como Merckx o me estoy liando?

Ander Izagirre dijo...

Iturri, me suena bastante el nombre de Nicoli Iparragirre, lo relaciono con aquel Orbea de mediados de los 80.

Jukebox: correcto. A Hinault le llamaban 'el caimán' y era tan ambicioso como Merckx. Eso sí: en Francia le llamaban 'le blaireau', que significa 'el tejón', y creo que el apodo tiene que ver con la mala leche que se gasta el animalito. Hinault las montaba gordas, tanto en carrera como fuera. Hay otra foto famosa, en la que se le ve, jovencito y con uno de sus primeros maillots amarillos, encabezando una huelga en la salida de una etapa, con el mentón tieso y mirada desafiante de... ¿tejón?

Anónimo dijo...

Ehh, no me tientes que me pongo a buscar la foto...

Ander Izagirre dijo...

¡Voilá le fotó!

Recordaba bien el mentón tieso y la mirada desafiante. Pero no lucía el maillot amarillo sino el tricolor francés, que también mola para hacerse el chulito:

Anónimo dijo...

Y tanto. Le Pen se podría haber hecho un cartel del FN superchulo.

Ander Izagirre dijo...

Muy oportuno, jukebox: Ocaña fue militante notorio del FN.

Anónimo dijo...

Así creía recordarlo, aunque no estaba seguro y no quería meter la mata.

eresfea dijo...

La foto que traes no sé de quién es, pero durante años la vi emocionado, tamaño póster, en el bar Perurena (entre Astigarraga y Rentería, en el cruce hacia las cuevas de Landarbaso). Seguro que tú también la has visto...

Grumete dijo...

La ayuda en la desgracia, la solidaridad, la unión, la generosidad.. siempre merecen tener un lugar de honor y esa foto lo expresa de manera genial.

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