viernes, 11 de julio de 2008

El encargo de Stanley (1)

En 1869, Henry Morton Stanley era un periodista de 28 años ya muy trotado que viajaba por España para seguir los estallidos del Sexenio Revolucionario -un término que, por cierto, siempre me ha parecido de lo más sugerente-. De Madrid viajó a Santa Cruz de Campezo (Álava) para asistir a un levantamiento carlista, luego se trasladó a Zaragoza para contemplar otra rebelión, de allí a Valencia porque andaban a cañonazos... De vuelta en Madrid, recibió un telegrama desde la sede de su periódico, The New York Herald. Le ordenaban trasladarse a París para reunirse con Gordon Bennet, director del diario.

Allí, el 16 de octubre de 1869, Gordon Bennet le hizo un curioso encargo: debía recorrer África en busca de David Livingstone, el misionero y explorador escocés.

Esta historia es bastante conocida. Lo que no es tan conocido es el resto del encargo. Debía encontrar a Livingstone, sí, pero antes debía realizar otros trabajos:

-Asista a la inauguración del canal de Suez y envíeme una crónica. Después suba por el Nilo y describa todo lo que encuentre interesante en el Alto Egipto y prepare una guía práctica para los viajeros aficionados. Escriba algo sobre la expedición de Baker en busca de las fuentes del río. Después viaje a Jerusalén y entérese de las excavaciones que está haciendo el capitán Warren, parece que han hecho descubrimientos importantes. Entre en Siria y envíeme una crónica política del país. Siga hasta Constantinopla, infórmese de los conflictos entre el jedive y el sultán. Pase luego por Crimea, visite las exploraciones arqueológicas y los campos de batalla. En el Cáucaso, investigue la política y los proyectos de los rusos en aquella región y en el mar Caspio. Dicen que los rusos proyectan una expedición a Kiva. Entérese. Cruce a Persia y mándenos algo interesante desde Persépolis. Bagdad le queda de camino, escriba alguna crónica sobre el valle del Éufrates. Luego viaje a la India, échele una mirada, prepare algo, y ya desde allí embarque hacia África y empiece a buscar a Livingstone. Páselo bien y que Dios le acompañe.

(¿Algún editor se anima?).

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Me encanta lo de páselo bien y que Dios le acompañe. Te encantaría repetir el encargo, ¿a que sí?

Ander Izagirre dijo...

¡Uf!

Javier Marrodán dijo...

En 1873 pasó por Pamplona y se alojó en la Fonda Europa, que se encontraba en el actual Paseo de Sarasate, donde hoy abre sus puertas una sucursal del BCSH, entre la iglesia de San Nicolás y la calle Comedias, cerca de la tómbola que describió Javier Olabe. Stanley ya había localizado al doctor Livingstone en el corazón de África y se dirigía como enviado especial al frente de la tercera guerra carlista.

Antonio M. dijo...

¿De dónde has sacado eso Ander?

Ander Izagirre dijo...

Qué interesante, JMC. Podríamos organizar en Pamplona algún evento paralelo a los Sanfermines, con Stanley en vez de Hemingway. No sé, la livingstonada o algo así... Se aceptan ideas.

Dos fuentes, Antonio:

1. "AUTOBIOGRAFÍA. Bula Matari. Historia de un explorador", del propio Henry M. Stanley, editado por Ediciones B en 2002.

2. "Viajeros intrépidos", de Jesús Torbado, editado por Planeta en 1998.

Javier Reverte también cita ese encargo en alguno de sus libros, pero no recuerdo en cuál.

Antonio M. dijo...

¿Puedo saludar?, me encanta tu programa Ander. ¡No cierres por vacaciones!

Ander Izagirre dijo...

Antonio, ahora que no nos oye nadie, voy a contarte un secreto: mañana mismo me voy una semana a Tarragona, a hacer el vago, pero he programado varias entradas para que se publiquen en el blog la semana que viene, entre ellas algunas columnas de Olabe. Así cierro pero no cierro.

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