viernes, 29 de febrero de 2008

La emocionante vida del troglobio

Imaginemos unos bichitos minúsculos, invertebrados, que viven en la oscuridad absoluta de las cuevas desde los tiempos de los dinosaurios. Son ciegos, se orientan con largas antenas que captan estímulos químicos y tienen un aspecto blancuzco o transparente -no necesitan pigmentos porque no reciben ninguna radiación solar-. Su menú se compone de sustancias orgánicas que arrastra el agua y guano de murciélago. De acuerdo, no es una vida con mucho glamour. Los troglobios nunca han dado pie a leyendas ni Disney hará nunca una película de dibujos animados con ellos. Pero se trata de seres muy valiosos: “En Aralar tenemos algunas especies de troglobios que son endémicas, es decir, no existen en ningún otro lugar del mundo”, explica Eneko Agirre, biólogo y gerente de la cueva de Mendukilo. “Incluso hay especies que sólo se encuentran en una determinada cueva y en ninguna más. Si desaparecen de ahí, habrán desaparecido de todo el mundo. La superficie de Aralar, la que todos conocemos, es una maravilla; pero si hay algo único en esta sierra es el subsuelo y en especial los troglobios, una joya de la biodiversidad”.

“La verdadera maravilla de Aralar está en el subsuelo”, recalca Agirre, “es un mundo impresionante, un continente sin descubrir. Pero no tenemos conciencia de que tan cerca de casa exista ese mundo desconocido”.

La de los troglobios es una de esas historias que no caben en siete minutos de tele, pero ayer mostramos al menos una pizca de ese asombroso mundo subterráneo:



El paseo por Mendukilo es muy recomendable. Si alguien quiere más información, en este reportaje del año pasado desarrollé un poco más las historias de la cueva. Y para organizar una visita, la propia web de Mendukilo.

6 comentarios:

momodice dijo...

Al principio, he pensado que estabas hablando de la iglesia católica; después, cuando lo de que si mueren se extinguen en el mundo entero, me he acordado del cierre de Egunkaria; finalmente, al leer que la verdadera grandeza está bajo el agua, he pensado en el puerto de Bilbao.
La única que tenía segundas intenciones, o quintas, era yo, ¿no?

Ander Izagirre dijo...

Ostras, Lucía, ¿qué cenaste anoche?

Anónimo dijo...

Una ensalada y algunas nueces, ni siquiera moscadas, de nogal. Ya ves.
Lucía

Anónimo dijo...

Anderito! que chulo. Y que bien luces en la tele :)

Anónimo dijo...

Tremendo, medizale.
Sin duda habrá que provar esas nueces, Lucía
iMak

IMANOL dijo...

Muy curiosos los troglobios y sobre todo los trogloditas de la cueva.

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