lunes, 14 de enero de 2008

Autostop (2): Marruecos

Si veis a alguien haciendo dedo, ¿paráis a recogerlo? ¿Siempre? ¿Nunca? ¿Depende de las pintas? ¿A quién recogeríais y a quién no? Yo suelo parar casi siempre, aunque es inevitable echar un vistazo al autostopista y decidir sobre la marcha, no sé muy bien con qué criterios. Casi siempre paro, pero he tenido un par de experiencias un poco desagradables y comprendo que muchos conductores se ahorren las dudas y pasen de largo.

De todas maneras, muy pocas veces tendremos que plantearnos estas cuestiones: ya apenas quedan autostopistas. Pero la cosa es distinta si viajamos con vehículo propio por países como Marruecos.

Allí la gente camina muchísimo. No hay otro remedio: los sueldos son miserables y el transporte es un pequeño lujo. Muchos van en bici, algunos en burro, los más afortunados en moto. La explicación es muy sencilla: si nosotros tuviéramos la misma proporción que los marroquíes entre los sueldos y los precios, un litro de gasolina nos costaría 5 o 6 euros. ¿Quién podría permitirse un coche?

Por eso, a ciertas horas del día las cunetas están plagadas de gente que se pega unas caminatas tremendas para ir y venir de casa al trabajo, al mercado o a la escuela. Y a deshoras hay apariciones asombrosas. Conduces de noche por una carretera de montaña a casi dos mil metros, con el termómetro rondando los cero grados, y de pronto los faros iluminan en la cuneta a un hombre que hace señas cargado con un enorme saco, temblando de frío. Se monta y no abre la boca hasta ocho kilómetros más adelante, donde hace señas para que le dejes de nuevo en la cuneta, en una ladera remota y helada. Y piensas que el hombre iba a caminar todo este trecho, a oscuras, cargando el saco y muy mal abrigado. O que lo recorre habitualmente en esas condiciones. Otro día vas tranquilamente por una carretera desierta, en mitad de una estepa pedregosa en la que no se ve ningún rastro humano en kilómetros a la redonda, y de repente una silueta sale detrás de una roca y descubres a un chico que hace señas para que le lleves. Si consigues hacerte entender y preguntarle de dónde viene o dónde vive, señalará hacia algún punto del horizonte. Y si chapurrea cuatro palabras de francés, puede que te nombre el sitio al que quiere llegar, y un poco más tarde, después de dudarlo un poco, te pregunte con timidez si puedes llevarle hasta España contigo. Y piensas que ese chico ha salido esta mañana de su casa, en algún punto perdido del horizonte, sin llevar encima nada más que la ropa y quizá algo de dinero, y que está dispuesto a emigrar en ese mismo instante, sin avisar a nadie, está dispuesto a despertar mañana mismo en un país extraño, cuyo idioma ignora y donde no conoce a nadie. Y piensas que la imaginación no te alcanza para hacerte una idea de cómo es la vida en ese punto detrás del horizonte pedregoso.

Al margen de estos desasosiegos, recoger a los autostopistas en Marruecos es una idea estupenda, una manera sencilla de que se abran muchas puertas. Si les ahorras alguna de esas larguísimas caminatas, te lo agradecen con entusiasmo. Puede que unos primos te inviten a merendar un té con pastas en su casa y que te pongan Terminator 2 en el dvd como muestra de cortesía (foto 1, en la que sale Josema). También puede ocurrir que se monte en el coche un viejo risueño que suelta parrafadas interminables en berebere y que no comprende que no le comprendes. Que ni siquiera entiende las cuatro palabras que sabes pronunciar en árabe, pero que se emociona cuando dices la única palabra berebere de tu repertorio (¡barakalofi!). Y puede que al final, para despedirse, se lleve la mano al corazón, te bese el cráneo una y otra vez y se meta la mano en la chilaba para sacar una naranja de regalo (foto 2).



6 comentarios:

J. dijo...

Impresionante, Ander.

mòmo dijo...

Anónimo dijo...

Muy chulo, Ander...

IMANOL dijo...

Josema no se oponía? porque a mayor peso sube el consumo del coche.

Al Nonino dijo...

Sí, sí, se agradece este buen texto.

marruecos2008 dijo...

de verdad¿??¿ no da miedo subir a un desconocido en el coche¿?¿? con todo lo que se dice...pero ahora que "leo" otra versión quizá lo ponga en práctica.

un saludo, marruecos2008.

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