Antón Etxebarría es el seudónimo con el que firma nuestro amigo X para evitarse problemas con las autoridades chinas. Después de viajar los últimos años por casi toda Asia -desde donde ha escrito docenas de reportajes, crónicas y entrevistas interesantísimas-, ahora se ha instalado en Shanghai y sigue escarbando en las rendijas de esa misteriosa China que se nos acerca cada vez más rápido (que nos lo digan a los socios de la Real). Nuestro amigo X sigue metiendo las narices en los rincones más alejados y en las historias más sospechosas, sigue hablándonos de las personas que padecen las abstractas injusticias de la globalización en su propio pellejo y lo hace con un empeño y una capacidad de trabajo que pronto lo convertirán en el reportero vasco más prestigioso. Al tiempo.
A mediados de diciembre, El País publicó un reportaje suyo sobre las miserables condiciones de trabajo en las fábricas chinas que envían juguetes y peluches al mercado español: Cada vez que Wen hace un juguete. Una lectura muy apropiada para este día en el que muchos regalos llegan de Oriente.
(La foto también es suya).
12 comentarios:
He leído el artículo. Y me ha impactado. Sólo después de saber cómo viven realmente se puede entender que muchos chinos emigren en busca de una vida mejor, hasta puntos tan recónditos como la isla de Cerdeña.
Pues sí, Marc, es necesario conocer qué hay detrás de los chollos chinos. Y lo conocemos gracias a periodistas como X. El mundo sería un poco más bestia sin periodismo.
Por cierto, Marc, siempre se me olvida comentártelo. ¿Conoces un libro titulado "Filípides era vikingo"? Subtítulo: "Viajes y maratones a través de Svalbard, isla de Man, Groenlandia, islas del Canal, islas Aland, Islandia e isla Feroe". Lo publicó la editorial Laertes. No lo he leído, pero seguro que a ti te atrae.
(Caravinagre, ojo al dato, que se me había escapado hasta ahora).
Copio, Marc:
"Con el más puro estilo de los escritores viajeros, Jorge González de Matauco nos conduce por el helado y pedregoso archipiélago de Svalbard, las colinas suaves y redondeadas de la isla de Man, los icebergs gigantes de Groenlandia, los recuerdos de la Segunda Guerra Mundial en las islas del Canal de la Mancha, las llanuras salpicadas de lagos, bosques y molinos rojos en las islas Aland, el interior volcánico y desértico de Islandia y la ruda belleza de unas islas Feroe sin apenas árboles. También refleja las vicisitudes históricas y políticas que han despertado el interés periodístico por estos territorios.
A sus facetas de escritor y viajero, el autor une su condición de atleta popular y, con un estilo diferente, con un alto contenido humorístico, narra su participación en diversos maratones celebrados en las islas y archipiélago citados en busca de un personaje imaginario, un Filípides vikingo que, sin embargo, tomará forma humana a lo largo del relato. Así, el autor desvela los preparativos, el desarrollo y el desenlace de las carreras, incluyendo anécdotas y encuentros inesperados.
El libro culmina con un apéndice en el que se enumeran algunos de los maratones y ultramaratones más exóticos del mundo. En suma, Filípides era vikingo une con originalidad la literatura de viajes y la práctica deportiva".
No lo conocía, Ander. Pero gracias por la información. Tiene muy buena pinta; no obstante, tiene que ponerse a la cola. Los reyes majos (como decía un amigo mío) me han traído una joya: "Los sótanos del Mundo".
Bueno, Marc, pero en ese libro no salen atletas. Quizá te dé idea, podrías dedicarte a correr maratones depresivos (por las depresiones, se entiende). Creo que en hay una ultramaratón por el Valle de la Muerte (California) y otra desde Amán hasta el Mar Muerto (Jordania). ¡Las maratones más bajas del mundo!
(Una curiosidad: la única medalla olímpica en la historia de Yibuti la ganó el maratoniano Ahmed Saleh, bronce en Seúl 88).
Mi padre siempre decía, "si un juguete hecho en China ,nos cuesta 100 pesetas, que le pagarán al chino que lo fabrique" y apostillaba, "posiblemente, un cuenco de arroz al día". No andaba muy desencaminado por lo que dice el artículo del País.
Con respecto a los ultramaratones, leí una vez sobre una prueba que son las 24 horas corriendo. ¡Pa morirse!
¡Indignante!, y ahora yo que hago: si dejo de comprar juguetes chinos, el trabajador chino se quedará sin trabajo. Pero si compro, seguirán explotándolo... Menudo desastre. Con comunismo, socialismo, captalismo... dá igual, al final, son las pasiones humanas las que toman el control.
Bueno, gracias ander por la referencia del reportaje, me ha gustado leerlo.
Jodé, ahora veo claro de que manera la Real Sociedad va a salir de su crisis económica.
Tampoco sabía nada de el maratoniano de Yibuti. Me he puesto a buscar y resulta que su medalla no fue casualidad. Ha participado en 4 juegos olímpicos: Los Ángeles (20), Seul (3), Barcelona (30) y Atlanta (42).
La carrera de Seul fue rapidita y constante; el grupo fue perdiendo unidades hasta que a falta de 5km fue Ahmed Saleh el que aceleró. Pasó por el km 40 en cabeza y con metros de ventaja, pero acabó perdiendo ritmo y se quedó con el bronce.
A todo esto, hay que sumar 2 medallas de plata en mundiales de atletismo: Roma 87 y Tokio 91.
En fin, gracias por "presentármelo". Ha sido un grato descubrimiento. ¿Le conociste?
No, Marc. Intenté entrevistarlo pero echó a correr por el desierto y no lo pillé (hubiera sido curioso buscarlo para hablar con él, ¿eh? Bueno, ya iremos a Yibuti).
Iremos.
Los reportajes y artículos del señor X en Asia, impresionantes. Me cuesta entender cómo demonios se mete en estos lugares. Alucinante.
Respecto a Filípides era vikingo lo tuve entre las manos en la librería 'De Viaje'. Pero me resultó algo extraño una mezcla de ficción con el personaje irreal de Filípides y una narración de viajes. Pero bueno, habrá que verlo con más profundidad.
Un abrazo.
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