martes, 27 de noviembre de 2007

El deporte más rápido del mundo


Pues sí: el objeto que sale en el texto anterior es el esqueleto de una cesta punta, como decían Caravinagre e Imanol. Habrá que poner adivinanzas más difíciles.

En la década de 1880, un jugador guipuzcoano llamado Melchor Guruceaga se fracturó la muñeca mientras competía en el frontón Plaza Éuskara de Buenos Aires. Para compensar la fuerza perdida, pidió que le diseñaran una xistera -la herramienta de entonces- más larga y más abombada, que permitía retener la pelota y lanzarla a muchísima velocidad.

En aquellos primeros años a la cesta punta la llamaban máuser, como el fusil, porque sus disparos alcanzan velocidades mortales: pelotazos a 302 km/h (cifra atribuida por el libro Guinness a José Ramón Areitio en el frontón New Port de Rhode Island, Estados Unidos, en 1979).

El nuevo deporte se extendió por todo el mundo con un éxito arrollador, gracias a la velocidad del juego y a que se movían dinerales con las apuestas. En la época dorada, cientos de puntistas vascos salían todos los años a jugar en frontones de cuatro continentes: desde Madrid, Mallorca, Valladolid o ¡Panticosa! -ojo, pirineístas, aún quedan restos junto al balneario-, hasta los frontones asiáticos de Shanghai, Tientsin, Yakarta o Manila, pasando por los africanos de El Cairo y Tánger, los europeos de Bruselas, Roma o Milán, los americanos de México, La Habana, Montevideo, Sao Paulo, Caracas y docenas más. El cogollo estaba en Estados Unidos, con catorce frontones que movían millones de dólares en apuestas, alguno de los cuales reunía más de 13.000 espectadores diarios durante los cuatro meses de la temporada. "Es que entonces sólo estábamos los perros, los caballos y nosotros", explica Chino Bengoa, campeón del mundo en 1970. Se refiere a los juegos en los que se apostaba.

De aquella época dorada quedan historias alucinantes, como las de los puntistas vascos aliados con los gánsteres para manejar el frontón de Chicago, o la épica vikinga de jugadores muertos a pelotazos hasta que se implantó el casco.

Este verano publiqué un reportaje sobre la cesta punta, que empezaba así: "El detalle llamaba la atención a los forasteros: muchos hombres de Markina (y de Bolibar, Aulestia o Berriatua) lucían un brazo derecho bastante más desarrollado que el izquierdo. La prolongación de ese brazo musculoso, tenso, torneado, era la cesta punta, un elemento casi orgánico, tan unido durante décadas al cuerpo de los marquineses que parecía a punto de incorporarse al patrimonio genético. Si el esplendor de este deporte se hubiera prolongado unos años más, quizá la siguiente generación habría nacido con el brazo ya rematado por una cesta punta".

Podéis leerlo entero aquí.

(En la imagen, el berritxuarra Julen Bereikua, uno de los delanteros más espectaculares del momento, de cuyas paletas rotas por un pelotazo se habla en el reportaje. La foto, como la del texto anterior, es de Iñaki Mendizabal).

7 comentarios:

Ander Izagirre dijo...

Antes de que salte nadie: el deporte SIN MOTOR más rápido del mundo.

Hace años el libro Guiness decía que la cesta punta era el artilugio capaz de lanzar una bola con mayor velocidad (los citados 302 km/h). Para pasmo de los vikingos de Markina, la marca la batió... el bádminton. Una pelota de bádminton voló a más de 320 km/h (no recuerdo el dato exacto).

Pero ¿lo del bádminto no es una media bola con falditas? Precisamente, esas falditas frenan muchísimo la bola, por lo que el saque puede ser rapidísimo pero el juego es más lento que la cesta punta. Ah, bueno.

Anónimo dijo...

¿Dónde leí yo hace poco algo sobre la asimetría muscular de Nadal, el tenista? Lo trataban casi como un fenómeno de feria. No conocían estos antecedentes que comentas. El reportaje, estupendo.

Marc Roig Tió dijo...

Muy bueno; yo ni siquiera conocía este deporte. En cuanto al bádminton, se vende como que es el deporte de raqueta más rápido del mundo, gracias a esos 320km/h. Pero no es durante el saque sino en los remates.

Rafa dijo...

La cesta punta se está perdiendo en Estados Unidos, casi extinguida ya. Una pena.

Anónimo dijo...

El reportaje es fantástico. Y el título es entrañable.

Quizás ese hombre que reune fichas me podría ayudar, hace tiempo que estoy interesado en la historia de dos pelotaris de herramienta que ganaron un partido del que hoy nadie ha oído hablar pero que es harto interesante. Ya te contaré. No puedo desvelar el secreto así cómo así. También me interesan los frontones de Madrid, Barcelona, Valencia, y América en el que jugaban cientos de mujeres. Mientras que en la tierra del frontón apenas se les dejaba jugar, a Madrid y a Barcelona se les llevaba a hacer grandes competiciones (casi todas de pala y herramienta). Por ejemplo, María Unzueta Echebarría, Unzueta, fue la primera mujer que se implantó esa extremidad de mimbre y jugó a cesta punta, recorrió frontones de medio mundo y murió en México. Por los frontones de Madrid o Barcelona en las liguillas y campeonatos sonaban bien fuerte nombres como 'chiquita de Anoeta' y muchos otros más. Me gustaría saber más sobre eso.

La abuela de una amiga jugaba a mano en el frontón de Etxauri (Navarra) y cuentan que ganaba a todos los hombres, incluso iba a otros pueblos del valle a ganar apuestas, pero su madre no le gustaba que jugase así por era "cosa de hombres". Creo que su padre estaba encantado.

Ander Izagirre dijo...

Rafa, ¿conoces alguno de esos frontones de Florida donde aún se juega? Creo que hay cinco, aunque sólo dos de ellos abren todo el año.

Caravinagre, eres un filón de sorpresas. Qué interesante. Te pasaré el contacto de ese hombre, estará encantado de atenderte. Pero a cambio deberás darme alguna pista más sobre la historia.

Anónimo dijo...

En cuanto al término 'cesta-punta', ¿puede considerarse una adaptación del euskera 'zesta-punta', palabra formada a su vez por préstamos castellanos?

Parece que tiene sentido, por el tipo de composición, propio del euskera, según el cual el significado sería: punta de cesta.

Como ejemplo, la palabra 'sokamuturra' (extremo de cuerda) está formado de forma idéntica.

Sin embargo no he encontrado ninguna información que corrobore o desmienta esta 'teoría'.

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