Pues ya está. Tras el empacho de patrias, acabo de escoger la mía. Qué mejor patria que una a punto de desaparecer: Tuvalu. Repetid conmigo: ¡Tuvalu, Tuvalu, Tuvalu!
Tuvalu está formado por nueve pequeños atolones desperdigados por el océano Pacífico: es el cuarto país más pequeño del mundo (26 kilómetros cuadrados) y el segundo con menos habitantes (11.000), sólo por detrás del Vaticano. Mirad lo que muestra Google Maps al teclear Tuvalu: este país no es más que unas letras en el océano.
Sólo unas letras en el océano. Este dato es casi literal, porque la cota más alta de Tuvalu no supera los 5 metros de altitud y el aumento del nivel del mar amenaza con tragarse el país. Cien tuvaluanos ya han abandonado su tierra y existe un plan para evacuar a toda la población a la isla de Niue (perteneciente a Nueva Zelanda).
Mi primer recuerdo de Tuvalu es el del mayor acontecimiento de su historia reciente, un evento tan original que ningún otro país del mundo puede presumir de nada remotamente parecido: en 1999 la Unión Internacional de Telecomunicaciones concedió al país la extensión de internet ".tv". ¡Bingo! Las televisiones se peleaban por conseguir esa extensión para sus páginas web y al final una empresa estadounidense compró al Gobierno de Tuvalu los derechos de esa extensión para los siguientes 12 años a cambio de 50 millones de dólares.
Los tuvaluanos reciben ese dinero poco a poco: un millón de dólares cada tres meses, que no está nada mal para un país con la misma población que Azkoitia. Pero ¿qué ocurrirá si los tuvaluanos abandonan su patria? ¿Al menos quedarán vacas lecheras en el atolón-tolón? ¿Se dará al país por desaparecido? ¿Las televisiones tendrán que pagar los millones de dólares a los corales? ¿Qué pueden hacer estos minúsculos animalitos del filo Cnidaria y la clase Anthozoa con un millón de dólares? La verdad es que no llevan una existencia muy apasionante: los corales no tienen otra preocupación en esta vida que capturar un poco del calcio disuelto en el mar y fijarlo en sus tejidos. Quizá es que nunca se les ha dado una oportunidad, ni siquiera un cursillo. Tampoco han gozado de mucha capacidad adquisitiva. Quién sabe qué podrían hacer con millones de dólares.
La semana pasada hablé con Josema sobre Tuvalu y la extensión .tv de internet, una vez agotados los comentarios sobre Vanuatu (uno de los países con menos preocupaciones del mundo, al que incluso dedicamos una canción: "Vivo en Vanuatu / no me preocupa nada. / Pero si sube el mar / el volcán tendré que escalar"). Anteayer Josu me habló de Tuvalu, por un médico que había andado por allí y que le contó los planes para evacuar el país (evacuar un país entero: eso van a ser problemas de vientre, que diría Coll). Ayer Marc dejó un comentario en este blog en el que mencionaba Tuvalu. Tres tuvalus en una semana: la señal es muy clara para alguien que busca patria inofensiva y preferentemente en trance de disolución.
Los tuvaluanos reciben ese dinero poco a poco: un millón de dólares cada tres meses, que no está nada mal para un país con la misma población que Azkoitia. Pero ¿qué ocurrirá si los tuvaluanos abandonan su patria? ¿Al menos quedarán vacas lecheras en el atolón-tolón? ¿Se dará al país por desaparecido? ¿Las televisiones tendrán que pagar los millones de dólares a los corales? ¿Qué pueden hacer estos minúsculos animalitos del filo Cnidaria y la clase Anthozoa con un millón de dólares? La verdad es que no llevan una existencia muy apasionante: los corales no tienen otra preocupación en esta vida que capturar un poco del calcio disuelto en el mar y fijarlo en sus tejidos. Quizá es que nunca se les ha dado una oportunidad, ni siquiera un cursillo. Tampoco han gozado de mucha capacidad adquisitiva. Quién sabe qué podrían hacer con millones de dólares.
La semana pasada hablé con Josema sobre Tuvalu y la extensión .tv de internet, una vez agotados los comentarios sobre Vanuatu (uno de los países con menos preocupaciones del mundo, al que incluso dedicamos una canción: "Vivo en Vanuatu / no me preocupa nada. / Pero si sube el mar / el volcán tendré que escalar"). Anteayer Josu me habló de Tuvalu, por un médico que había andado por allí y que le contó los planes para evacuar el país (evacuar un país entero: eso van a ser problemas de vientre, que diría Coll). Ayer Marc dejó un comentario en este blog en el que mencionaba Tuvalu. Tres tuvalus en una semana: la señal es muy clara para alguien que busca patria inofensiva y preferentemente en trance de disolución.
Por eso, iba a invitaros a que os subierais todos a la ola. Pero como en este caso la expresión resulta macabra, subámonos todos al atolón: ¡gora Tuvalu!
PD: Tuvalu participa por primera vez en los Juegos Olímpicos. En Pekín 2008 compiten -o han competido, no sé mucho de ellos- tres deportistas: la atleta Asenate Manoa, el atleta Okilai Tinilau y el levantador de pesas Logona Esau. Apellidos ideales para la celebración de triunfos: ¡Hemos ganau / la medalla, Tinilau!
PD: Tuvalu participa por primera vez en los Juegos Olímpicos. En Pekín 2008 compiten -o han competido, no sé mucho de ellos- tres deportistas: la atleta Asenate Manoa, el atleta Okilai Tinilau y el levantador de pesas Logona Esau. Apellidos ideales para la celebración de triunfos: ¡Hemos ganau / la medalla, Tinilau!
La foto estaba aquí: Tuvalu: is the world watching?.
15 comentarios:
anda que.... ya tuvale , llamarlos tuvaluanos.
¿ no serán tuvalutarras o tuvaleños ?
Según la wikipedia, el gentilicio es tuvaluano. Con perdón.
Yo también quiero adoptar esa patria. Me gusta la idea de sobrevivir a mi país. ¿Habrá anchoas?
Yo creo que el gentilicio es muy ciclístico: tuvulares. Ahora ya sé de dónde viene el nombre de tu blog: Atopa aTOLONdro!
Sin duda el mejor país del mundo. No hay que olvidar que por su situación geográfica es el primer país en celebrar el año nuevo
Tuvalu ostenta otro récord poco conocido, como es el de poseer el club de montaña con los socios más aburridos del planeta.
Comenzaron muy fuertes y se apuntaron algo más de 1.ooo personas (otro récord, el 10 por ciento de la población), pero el éxito fue su fracaso porque tuvieron que turnarse en hacer cumbre y sólo pueden ir 20 personas de excursión cada fin de semana.
Podía decirse también que son los más perezosos porque cada día que pasa tienen menos desnivel que subir, pero entra dentro de los comentarios fuera de lugar.
Gora tuvalu!
(Se me olvidaba aclarar que 20 personas cada fin de semana suponen una excursión al año.)
Okilani Tinilau (M) quedó 8º en su serie de calificación de 100m.l. y marcó un nuevo récord nacional con 11"48.
Asenate Manoa (W), por su parte, también quedó 8ª en su serie de 100m.l. e hizo récord nacional con 14"05.
No queda menos que destacar la efectividad de los tuvaluanos: 2 atletas y 2 récords nacionales. No sé si me aceptarán como maratoniano.
Marc, te ibas a hartar de dar vueltas al atolón en los entrenamientos. Y me temo que los tuvaluanos van a tener que tirar hacia los deportes acuáticos...
Sergio: fundemos el Tuvalu Mendi Elkartea. Pidamos ayuda a Eresfea y coloquemos un buzón en la cota 5 (al menos en el Paseo de la Concha, para mostrar nuestra solidaridad).
Guillermo, ¿no hubo una pelea muy curiosa entre varios archipiélagos de Oceanía, que querían adelantar su hora oficial para entrar al año 2000 antes que nadie y atraer así a todos los txotxolos que pagaban una pasta por volar a esas islas y celebrarlo antes que nadie?
Allendegui: el que tuvo, retuvo por un tubo.
Lucía: no sólo hay anchoas, también chacolí. Y no es peleón, más bien es... pacífico.
En Kiribati, otra isla de la zona, sucede algo parecido. Pero cuando pones ese término en Google, lo primero que te devuelve el buscador es esta foto obtenida de la web del ministerio de Turismo.
Aunque a mí lo que más me mola del asunto es la solidaridad mundial: organizaron una conferencia para solucionar el problema y sólo acudió Nueva Zelanda.
¿Qué esperaban? ¿Snorkels para todos?
La primera vez que oí hablar de Tuvalu fue en el festival de cine de Donosti, hace ya algunos años. Era una película bastante original, creo recordar que muda. Por si a alguien le interesa, dejo este link.
http://www.imdb.com/title/tt0162023/plotsummary
Eric, no sería en el Festival de Cine Submarino, ¿no? Pobrecitos.
Gora Tuvalu, a ser posible tres o cuatro metros.
Se me erizan los cabellos... aquí somos sólo tres millones. Dentro de poco pasaremos a ser argentinos o brasileros.
¿Y qué prefieres, Minerva? (De todas maneras, tranquila: tenéis hasta los 500 metros de la Sierra de las Ánimas para replegaros, con vacas incluidas, si no me equivoco).
Sí, eso. Prefiero Brasil, claro. Y el Bailando por un sueño de Tinelli, que es la mejor de las perdiciones en Argentina.
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