Después de semana y pico, los Juegos Olímpicos producen ya un cierto empacho de patrias.
Así que esta mañana me he levantado con ganas de negar la gran metonimia olímpica (le puede pasar a cualquiera). O sea: niego que la selección española de baloncesto sea España. Niego que Nadal sea España, que Phelps sea Estados Unidos, que Liu Xiang, Hu Kai o Kai Zou sean China. Sin embargo, para establecer el medallero juntan a un gimnasta, tres ciclistas, dos regatistas, tres tenistas, un tirador de esgrima y dicen que eso es España y que España lleva tantas medallas. ¿Qué insinúan? ¿Que han ganado las medallas por ser españoles?
Antes que la nacionalidad existen docenas de razones mucho más determinantes para triunfar o fracasar en el deporte. Por eso, sería mucho más interesante establecer medalleros en función de esas razones.
Por ejemplo: yo agruparía las medallas obtenidas por...
a) aquéllos que se iniciaron en el deporte obligados por sus padres,
b) aquéllos que se iniciaron en el deporte contra la opinión de sus padres, y
c) aquéllos que se iniciaron en el deporte ante la indiferencia de sus padres.
Extraeríamos conclusiones mucho más interesantes que con la pobre clasificación por países.
Quienes crean en la influencia de los astros querrán saber si los deportistas aries obtienen más oros que los tauros o los sagicornios, si los piscis ganan en las pruebas de natación o si las géminis acumulan medallas en los dobles de tenis o en la natación sincronizada por parejas.
Y ya que estamos en Pekín, se podría establecer un medallero según el horóscopo chino. No me digáis que no sería mucho más emocionante ver en los tacos de salida de los 100 metros lisos a un cerdo, una rata, un dragón, dos búfalos, dos cabras y un mono. O a cuatro perros persiguiendo a cuatro gatos en un velódromo.
Las posibilidades son casi infinitas. Los espectadores podríamos escoger el criterio que más nos interese y toda la familia o la cuadrilla asistiría a las competiciones con pasión verdadera, porque los deportistas lucharían para defender la supremacía de nuestras opiniones y nuestros gustos. Pulse el botón rojo si desea clasificar a los deportistas según sus gustos en el desayuno. Y tenemos a la abuela, el padre y un hijo apoyando a una tenista que es más de magdalenas, y la madre y el primo del pueblo apoyando a la tenista que es más de chococrispis. Yo, desde luego, no apoyo con mucho entusiasmo a un piragüista con el que sólo comparto pasaporte; pero aplaudiría hasta romperme los metacarpos para animar a un piragüista que confiese su devoción por el pulpo a la gallega y que se juegue la medalla contra un piragüista amante de las acelgas con patatas.
Guapos contra feos, solteros contra casados, musulmanes contra mormones. Regatistas de izquierdas y de derechas. Ocho medallas para taekwondistas, futbolistas, halteras y lanzadores de peso que coleccionan sellos y sólo dos medallas para las remeras que practican el aeromodelismo.
Con un poco de orden estadístico (alguien que maneje un poco el acces lo tiene que hacer en un titá), al final de los Juegos podríamos obtener el perfil del atleta perfecto: un chino feo, obligado por sus padres, nacido en el año del mono, que prefiere merendar salado y no dulce, aficionado a la música rock tecnorrural, partidario de la energía nuclear, monógamo consecutivo y más de mostos que de tintos.
Así que esta mañana me he levantado con ganas de negar la gran metonimia olímpica (le puede pasar a cualquiera). O sea: niego que la selección española de baloncesto sea España. Niego que Nadal sea España, que Phelps sea Estados Unidos, que Liu Xiang, Hu Kai o Kai Zou sean China. Sin embargo, para establecer el medallero juntan a un gimnasta, tres ciclistas, dos regatistas, tres tenistas, un tirador de esgrima y dicen que eso es España y que España lleva tantas medallas. ¿Qué insinúan? ¿Que han ganado las medallas por ser españoles?
Antes que la nacionalidad existen docenas de razones mucho más determinantes para triunfar o fracasar en el deporte. Por eso, sería mucho más interesante establecer medalleros en función de esas razones.
Por ejemplo: yo agruparía las medallas obtenidas por...
a) aquéllos que se iniciaron en el deporte obligados por sus padres,
b) aquéllos que se iniciaron en el deporte contra la opinión de sus padres, y
c) aquéllos que se iniciaron en el deporte ante la indiferencia de sus padres.
Extraeríamos conclusiones mucho más interesantes que con la pobre clasificación por países.
Quienes crean en la influencia de los astros querrán saber si los deportistas aries obtienen más oros que los tauros o los sagicornios, si los piscis ganan en las pruebas de natación o si las géminis acumulan medallas en los dobles de tenis o en la natación sincronizada por parejas.
Y ya que estamos en Pekín, se podría establecer un medallero según el horóscopo chino. No me digáis que no sería mucho más emocionante ver en los tacos de salida de los 100 metros lisos a un cerdo, una rata, un dragón, dos búfalos, dos cabras y un mono. O a cuatro perros persiguiendo a cuatro gatos en un velódromo.
Las posibilidades son casi infinitas. Los espectadores podríamos escoger el criterio que más nos interese y toda la familia o la cuadrilla asistiría a las competiciones con pasión verdadera, porque los deportistas lucharían para defender la supremacía de nuestras opiniones y nuestros gustos. Pulse el botón rojo si desea clasificar a los deportistas según sus gustos en el desayuno. Y tenemos a la abuela, el padre y un hijo apoyando a una tenista que es más de magdalenas, y la madre y el primo del pueblo apoyando a la tenista que es más de chococrispis. Yo, desde luego, no apoyo con mucho entusiasmo a un piragüista con el que sólo comparto pasaporte; pero aplaudiría hasta romperme los metacarpos para animar a un piragüista que confiese su devoción por el pulpo a la gallega y que se juegue la medalla contra un piragüista amante de las acelgas con patatas.
Guapos contra feos, solteros contra casados, musulmanes contra mormones. Regatistas de izquierdas y de derechas. Ocho medallas para taekwondistas, futbolistas, halteras y lanzadores de peso que coleccionan sellos y sólo dos medallas para las remeras que practican el aeromodelismo.
Con un poco de orden estadístico (alguien que maneje un poco el acces lo tiene que hacer en un titá), al final de los Juegos podríamos obtener el perfil del atleta perfecto: un chino feo, obligado por sus padres, nacido en el año del mono, que prefiere merendar salado y no dulce, aficionado a la música rock tecnorrural, partidario de la energía nuclear, monógamo consecutivo y más de mostos que de tintos.
22 comentarios:
Yo sólo animo a los lanzadores de peso; tomo refrescos, patatas fritas, palomitas de maíz, desayuno galletas y bollos el fin de semana, unto las salsas y como mucho pan, no tengo mucho en común con gimnastas o corredores de fondo. Bueno, con los gimnastas sí, por la barra fija, pero poco más.
Firmado : Un mono virgen, que anda liado con tanto horóscopo.
PD Me parece genial tu idea, además si los chococrispis ganan alguna prueba, ya estaría solucionado el tema del himno.
Jojojo, a los que a ti te gustaría ver correr los 100m lisos los veo yo cada mañana en el metro!!!! Hay uno que se lava poco (e insiste en agarrarse en el asidero superior del vagón), un ratero, otro con problemas de alitosis, dos 'machitos', otros dos piraos y uno que fijo le da al anís del mono. Pero a pesar de este poco glamour me identifico más con ellos que con los del pasaporte... también están trabajando en agosto!!!
Me he reído mucho :) gracias! Ah! Y arriba las acelgas con papas!
Y soltero pero enamorado de una nadadora taiwanesa algo mayor que él y para la que sus padres solo querían un "buen matrimónio".
La propuesta me parece interesante. Pero puestos a reformar, también sugeriría reemplazar las medallas de oro, plata y bronce porque ya están desfasadas. Creo que sería mejor premiar a los atletas con un disco duro de 100 terabytes o un iphone con los teléfonos de las 10 top models. O para los más gourmets con medallones de ternera al primero, de pollo al segundo y de cerdo al tercerdo.
¿Y propones esto ahora que había decidido hacerme china? No solo por ganar, también porque te hacen un pasaporte oficial con la edad que te interesa. Lou Chi
Qué sembrado, Ander. Me duelen las tripas de tanto reír.
Hasta se podría incluir un equipo de fans de Ramoncín. Ramoncín contra el resto del mundo.
Jo, Ander, seguimos conectados... El domingo, en el monte hablábamos de esto. Yo recordaba cuántos deportistas tuvieron que emigrar y sufrir por cuenta propia para poder alcanzar la medalla. Y luego el triunfo es de España o de la Federación, o de la madre que los trajo.
(Llegamos a mentar hasta al astronauta español...).
También recordamos a Miren Azkarraga y su orgullo con la cuota vasca de "olimpistas", que casi doblaba el porcentaje de lo que nos tocaría en relación a nuestra población dentro del "estado español".
Es que con las Juegos por países se apunta tantos todo pichichi: los Borbones, el Lissavetzky, la Azkarate...
Ojo, Eresfea, que no es Miren Azkarraga sino Miren Azkarate (¡Miren, haz kárate!).
Me parece una idea genial. Yo animaría a los clásicos que prefieren el cola cao por las mañanas y a los informáticos(aunque de estos deben escasear en una olimpiada no virtual).
En mi casa también surgen propuestas de reforma: "En vez del himno del país del ganador, deberían poner su canción favorita"
¡jajajaja! ¡Qué cachondeo! ¡Tengo la lagrimilla de la risa! Olimpiadas: clarete contra tinto, Colacao contra Nesquik, los que de pequeños jugaban con Lego contra los de Playmóbil, etc... Lo complicado es para quienes no comparten ninguno de los cánones.
Allendegui, que sepas que a los primeros medallistas olímpicos no se les daba ni medallas ni nada, sino una caja de puros y cosas así. Imagínate, un atleta acaba de terminar los 400 metros con vallas y se pone a fumar un Montecristo en el podio. Lo de la canción favorita sí que me gustaría ver, desertora.
En mi cuadrilla el choque futbolístico "solteros" contra "casados" (emparejados, que aún no se ha casado nadie) es un torneo único y mortal.
Otro dato "chorras", los olimpistas que han ganado medalla de plata en vela estaban inscritos (al menos hace años) en un club naútico de Navarra y en la federación del susodicho territorio foral. ¿Tiene mérito o no tiene mérito?
A mi la verdad es que todo esto de la "parafernalia patria" en torno a los atletas me cansa. También en algunas de las primeras olimpiadas que se organizaron muchos de los participantes eran individuos que se habían apuntado bajo su cuenta y riesgo al margen de toda protección "nacional/estatal". Y muchos de ellos, ni siquiera sabían de qué iba el asunto.
P.D.: ¡Aupa pulperos!
Da gusto volver a conectarse al Anderworld (me ahorro los comentarios sobre las similitudes de pronunciación porque tengo mucho sueño. Hoy, vuelta al trabajo).
Besos
Perdón. La de la chorrada anterior era yo, Bea.
Agradecido, Ander, ya no se me olvidará nunca.
(Ya ves con qué preocupación sigo la sección de política, que ni acierto con el nombre de la señora...).
why today I do not understand a word of what you write? Maybe it's too hot here in Italy. I'm trying to write of glaciers but I can only think about tropical seas.
bacio.
s
Si tenéis razón, pero no sabéis lo que gana una de esas eliminatorias previas de los 800 m. o de 3000 vallas femeninos si hay uno que lleva una camiseta roja. Es la diferencia entre ver la prueba o no.
Simona, don't worry: I think that nobody understands what I write, sometimes tampoco yo mismo, jau!
Sí, Erri-berri, pero imagínate que entre los que corren la eliminatoria hay uno que se declara devoto de Evasión o victoria. Seguro que eso te hace seguir la prueba.
Cuántas buenas ideas...
Los periodistas más patriotas hablan de "nuestras medallas", "nuestros campeones", "los nuestros, que juegan hoy las semifinales". Bien. Pero, y los perdedores, ¿de quién son?
Creo que existe un islote en el Pacífico al que envían a los perdedores, después de retirarles la nacionalidad y romperles el pasaporte en mil pedazos. Además se trata de uno de esos atolones que no supera los 3 metros de altitud y que pronto desaparecerá bajo el océano.
¿Y podríamos incluir una categoría de isolés? Estaría muy reñida en vela o en las competiciones ecuestres, donde los participantes tendrían que ingeniárselas para llegar a Pekín con el material: navegar por el Meditarráneo, cruzar hasta el mar Rojo, rodear la India y entrar a tierra por Mianmar o Tailandia para desmontar la embarcación y llegar a la capital China. Los jinetes podrían ir en tren hasta Moscú y desde allí con el transiberiano hasta Pekín, teniendo en cuenta que hubiera un compartimento para animales o teniendo que compartir camerino con ellos.
Un texto genial. Dice mucho. Acá, por suerte, la gente hablaba del ciclista Winants y de la decepción que le ocasionó al país por su discontinuidad en los trofeos olímpicos. Claro: no es por culpa del poco apoyo que hay en Uruguay que ese insensato haya perdido la competencia. Pero si hubiese ganado, sería el uruguayo más uruguayoso. O pasaría a ser argentino.
Minerva, seguí a Winants en la prueba de puntuación. Se dejó ver bastante y me alegré. Recordé a Atilio Françoise. Luego vi cómo los argentinos Curuchet y Pérez ganaban la medalla de oro en la prueba de madison. Así que será cierto lo que dices: podríamos explicar que un uruguayo es un argentino sin medalla o que un argentino es un uruguayo con medalla o bici-versa.
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