La blogosfera se agosta. Echamos de menos a Balazos, Caja número 8, Nomeacuerdo, Sintomático y tantos otros blogs ahora resecos.
También a mí me entra la galbana. Recuerdo a Peter y su texto sobre la pereza. Decía así:
La pereeee
Un texto tan perezoso que ni siquiera era suyo. Era, si no me equivoco, de La Codorniz.
A Peter sí que le echamos de menos. Pronto hará un año que nos dejó. Nos dejó; pero también nos dejó su blog. El mejor blog de todos. Un regalo. Y un buen plan para agosto: releerlo, releerlo, releerlo. Me encantaría que ese blog se convirtiera en libro.
También a mí me entra la galbana. Recuerdo a Peter y su texto sobre la pereza. Decía así:
La pereeee
Un texto tan perezoso que ni siquiera era suyo. Era, si no me equivoco, de La Codorniz.
A Peter sí que le echamos de menos. Pronto hará un año que nos dejó. Nos dejó; pero también nos dejó su blog. El mejor blog de todos. Un regalo. Y un buen plan para agosto: releerlo, releerlo, releerlo. Me encantaría que ese blog se convirtiera en libro.
Imágenes: mi gata caza al ratón. Pequeño homenaje a la pantera de Peter (1, 2, 3...)
13 comentarios:
Toco la puerta y va y me abre:
Anotaciones japonesas
¡Anda! Qué coincidencia.
Me encanta el gato.
Venía a avisarte, pero ha llegado él antes, como siempre...
Blogs resecos. Me encanta. Me los imagino como los racimos de uvas colgados en el comercio de mi abuela en transición hacia el estado de pasa. Apoyo la idea del liblog de Peter. Sería un excelente manual para un blogger que se precie.
Tengo una gata que cumple 15 años a fin de mes, pero ya no hace ese tipo de cosas. Es muy perezosa (y también es negra. Son las mejores).
El gato se llama Mo. Lo rescaté cuando apenas tenía una semana de vida. Me lo encontré un día lluvioso, tendido en un gran charco en el carril central de la calle Miracruz de San Sebastián. Era un ser diminuto, una bolita de pelo negro empapado con unos enormes y lastimeros ojos verdes. Los coches le pasaban por encima y no se atrevía ni a moverse. Lo salvé de las aguas y lo llamé Moises. Luego el veterinario aclaró que se trataba de una hembra. Así que dejamos el nombre en Mo.
La novia de mi hermano insistía en comprar para los dos un gato "de marca" (por "de raza").
Mi hermano recogió un gato abandonado, lo que mi padre llama "un mil leches".
Ahora viven los dos solos (él y el gato, claro)
Tu gata, mi tocaya.
Ay...
Ay, J.
Otro que vuelve, con ampollas.
Todos los días desde hace casi-casi un año, lo primero que hago al llegar al despacho es mirar el correo, actualizar el blog y leer una entrada de Peter. Peter forever.
¿Como era eso? Contra el óxido, movimiento.
Sí que es difícil. A ver con la relectura de Peter recupero el ritmo.
¡Gracias por el toctoc!
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